08 de julio del 2020.- Estados Unidos, el país del mundo más afectado por la pandemia del coronavirus, ha superado este miércoles los tres millones de casos de coronavirus. En poco más de seis meses de pandemia, el virus sigue propagándose sin freno, especialmente en los úlitmos días tras los repuntes de casos en estados como California, Arizona, Texas o Florida, que se han visto obligados a dar marcha atrás en el desconfinamiento.
Según el recuento de la Universidad John Hopkins, el país acumula 3.035,231 casos positivos y más de 132,000 muertos. Nueva York se mantiene como el estado más asolado por la pandemia, con más de 398,000 positivos y 32,243 muertos, una cifra que solo superan países como Brasil, el Reino Unido e Italia.
Nueva Jersey es el segundo estado más afectado, con 15,281 muertos, seguido de Massachusetts, con 8,213 e Illinois, con 7,273 muertes. Otras regiones como Pensilvania (6,787 muertes), California (6,576 decesos), Michigan o Conneticut registran más de 4,000 fallecimientos.
California es el segundo estado con más contagios en el país, al acumular más de 284,000 positivos. Le siguen Texas, que ha detectado 6,251 positivos y Florida, con 213,794 casos de COVID-19.
La batalla sanitaria de Trump en año electoral
La cifra global de decesos en el país supera ya con un amplio margen las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que en el mejor de los casos preveía entre 100,000 y 240,000 muertes en toda la pandemia. De hecho, el presidente Donald Trump culpa de la situación a la «plaga china» y ha tratado de rebajar las estimaciones en estos meses: primero calculó unos 60,000 muertos y hace poco días, se atrevió a aventurar más de 110,000. Sin embargo, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington calcula que EE.UU. llegará a octubre con unos 175,000 muertes.
La gestión del mandatario de la pandemia a lo largo de los últimos meses no ha estado exenta de polémica: se negaba a ponerse la mascarilla en público, discute los consejos de sus expertos y sigue insistiendo en favorecer la reapertura del país. Lo hace en pleno año electoral, con un desplome de su popularidad por su gestión sanitaria y los disturbios antirraciales en el país.
Este mismo miércoles, el presidente ha amenazado con suspender la subvención escolar a los colegios que se nieguen a reabrir en otoño, unas ayudas que dependen en cualquier caso de los propios estados. De hecho, ha calificado la guía de la Agencia Federal de Sanidad como «muy dura, cara y poco práctica». El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda realizar tests de diagnóstico, la separación de alumnos y cambios en el uso de material escolar entre otras medidas para el próximo curso lectivo. Sin embargo, varios gobernadores han declarado que solo anunciarán este paso si la situación epidemiológica, que no logra mejorar, lo permite después del verano.
Y sumido en una batalla electoral con su rival demócrata Joe Biden, el republicano acusa a los demócratas de querer posponer la reapertura de los centros educativos por motivos políticos. «La tasa de mortalidad del Virus Chino COVID-19 se hunde. […] Tenemos la tasa de letalidad del mundo más baja del mundo. ¡Los Medios Falsos deberían estar informando sobre este importante hecho, pero no lo hacen!», escribía en Twitter el martes. Una afirmación que, sin embargo, dista mucho de la realidad: EE.UU. tiene una tasa de letalidad de poco más de 40 muertes por cada 100,000 habitantes, por encima de países como Brasil, el segundo más afectado del mundo, Canadá o Ecuador, aunque por debajo del 60,68 de España o el 66,92 del Reino Unido.
Con información de RTVE de España