31 de mayo del 2020.- No obstante, señala que no existen «soluciones sencillas» ya que una que una reglamentación demasiado excesiva puede reprimir la libertad de expresión y utilizarse para atacar a los defensores de los derechos humanos
El portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos recibió con satisfacción la noticia de que las empresas tecnológicas encargadas de operar las redes sociales aplican nuevas medidas para evitar la difusión del odio, la violencia y la desinformación en sus plataformas.
Las declaraciones de Rupert Colville se producen después de la decisión de Twitter de etiquetar los mensajes del presidente de los Estados Unidos, Donal Trump, a raíz de su tuit del pasado martes acerca de un posible fraude electoral en el Estado de California si se permite el voto por correo en las elecciones presidenciales previstas para finales de año.
En respuesta a esta acción, Trump acusó a la red social de «reprimir la libertad de expresión» y este jueves firmó una orden ejecutiva que, en su opinión, busca «impedir la censura en línea» y defender la libertad de expresión como «la base de la democracia americana», protegida por la Constitución estadounidense.
Reacción a las protestas en la ciudad de Minneapolis
El jueves por la noche Trump publicó otro tuit donde comentaba los graves altercados públicos en la ciudad de Minneapolis que se produjeron tras la muerte de un ciudadano afroamericano que estaba bajo custodia policial. El presidente estadounidense escribió: «Asumiremos el control si comienzan las dificultades, pero, cuando empiezan los saqueos, comienzan los tiroteos».
La red social etiquetó también el mensaje y señaló que viola sus normas ya considera que hace «apología de la violencia».
«No hay soluciones fáciles» para arreglar este problema
Respondiendo a preguntas de los periodistas sobre esta cuestión durante una rueda de prensa en Ginebra, Colville respondió que la Oficina de la Alta Comisionada pidió reiteradamente la adopción de medidas que examinen la forma en que las redes sociales propiciaron violaciones de los derechos humanos, en concreto el discurso de odio, la incitación a la violencia y la desinformación.
«Los esfuerzos de estas empresas para garantizar que sus plataformas traten mejor estas situaciones son, por supuesto, bienvenidos», dijo, señalando, sin embargo, que no había «soluciones sencillas» para remediar la cuestión.
«En algunos países, hemos comprobado de cerca que una reglamentación demasiado excesiva puede reprimir la libertad de expresión y utilizarse para atacar a los defensores de los derechos humanos. Los medios digitales nunca fueron tan esenciales para nuestra vida cotidiana como ahora… pero estas cuestiones, obviamente, merecen una consideración meditada y respuestas eficaces».
Aunque Twitter normalmente elimina los mensajes que infringen sus reglas y políticas, el tuit de los disturbios en Minneapolis del presidente Trump fue marcado, pero no eliminado, porque consideró que es de interés público mantener el mensaje accesible.
De acuerdo con la red social, esta limita «actualmente las excepciones a un determinado tipo de contenido de interés público -los tuits de funcionarios electos y gubernamentales- dado el destacado valor público de conocer y poder discutir sus acciones y declaraciones».