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¿Desarrollo o felicidad? (Artículo de Fondo)

Artículo de Fondo, Por Antonio Tenorio Adame (23-V-2020).- El presidente Andrés Manuel López Obrador, vuelve a imponer la agenda del debate, al querer sustituir el concepto de desarrollo, por el de felicidad. En razón de medir el cambio de bienestar social en la población.

l segundo avance político es que a pesar de que la sociedad se polariza, sin embargo, la discusión política se enmarca en un clima de paz. Algo que los mexicanos apreciamos.
Además del vertedero de inmundicias que llevan las redes sociales, la inconformidad es de gran calado porque contiene la búsqueda de los objetivos superiores de la vida en sociedad, o sea un principio ético sobre una dimensión que oculta e impide la convivencia equitativa.

No es la primera vez que se cuestiona la tasa de crecimiento; con anterioridad el presidente ha sido incisivo en diseccionar el crecimiento con el desarrollo, porque dice; puede haber crecimiento sin que se refleje en la mejoría de la población.
Derivado de esa impugnación, que proviene de sus adversarios, al señalar que el arribo de AMLO no es capaz de promover el crecimiento de la economía, señalando antes de la pandemia que se esperaba este año un 0.7 por ciento de crecimiento, por tanto, se trataba de un debate sobre el incremento anual del Producto Interno Bruto (PIB).
Lejos de la vulgaridad y la ignorancia hay quienes abordaron el asunto con seriedad y reviraron que la pretensión del inquilino de Palacio Nacional es correcta, incluso que ya hay camino andado, pues organismos internacionales, así como de carácter interno llevan a cabo de manera regular la formulación de indicadores que apuntan en sentido diverso al del crecimiento económico, en este orden:
a) Las Naciones Unidas elabora el Índice de Bienestar Humano.
b) La Organización de Comercio y Desarrollo Económico formula el Índice para una Vida Mejor
c) El Instituto Nacional de Geografía y Economía; la Distribución del Ingreso Familiar
Los índices aludidos recogen niveles comparativos en educación, vivienda, esparcimiento, y alimentación; donde México de cualquier modo no ocupa las preferencias.
De ahí, que se debería pasar a otra graduación de la visión social nacional, la cual sería medir las propias variables con las que AMLO pretende desprenderse del neoliberalismo. Como sería, medir el impacto de sus reformas para el bienestar social, las que fueron insertadas en la Constitución para confrontarlas con los otros componentes de medición social.
Esas mediciones dirían si vamos por el camino de la liberación o del neoliberalismo. O si las reformas de AMLO solo aligeran el peso de esa cruz, porque en definitiva no dañan; tan es así que otras experiencias como la de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) en Grecia, tuvo un rotundo fracaso, mientras que en México las calificadoras, la OCDE y demás fauna con sus impugnaciones se desvanecen. 
En reciente disertación, el presidente estimó su nueva economía, donde acentuó la importancia del T-MEC, en la atracción de capital y confianza de los inversionistas. Ahí estaríamos ante un modelo mixto de bienestar social antineoliberal, insertado en una perspectiva de integración espacial continental, sin que sea un enfoque de confrontación neoliberal.
Los parámetros de la economía nacional desde la tasa de crecimiento en relación al PIB hasta las cuentas nacionales, son estadísticas que arman la estructura tecno-ideológica del llamado desarrollo nacional, en un marco reflejo de sometimiento con la idea de que los países endeudados disponen de posibilidad de alcanzar el desarrollo si repetimos el camino andado de las potencias.
El desarrollo económico es ilusorio porque los países dominantes no cederán sus privilegios ni el control de sus mercados. Luego este concepto adquiere una dimensión geopolítica que depende del interés de dominio bélico industrial de las potencias, lo que quiere decir que solo por el camino de la guerra se posibilita el acceso al desarrollo de acuerdo con la seguridad del imperio.
El Colegio de México, examinó los casos exitosos de un Estado desarrollador con lecciones para México en el que incluye a: Alemania, Japón, China, Corea del Sur, Finlandia y Vietnam. Estos son Estados donde se han desarrollado políticas públicas de gran disciplina para sus ciudadanos; son países que tienen como factor común el haber confrontado el rostro severo de la guerra.
Aunque en la guerra bacteriológica combinada con la disputa de mercados entre los Estados Unidos y China: ¿sabemos si somos contendientes o colchón de amortiguamiento?

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