Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (14-V-2020).- El gobierno federal, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, anunció que comenzará la reactivación de distintas actividades en el país, lo que ha sido llamado la “nueva normalidad”.
Se pretende seguir tres etapas que iniciarán inmediatamente y tendrán su momento más importante a partir del primero de junio; sin embargo, parece que no será miel sobre hojuelas.
Por ejemplo, en la educación, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, se relamía los bigotes por anunciar que el primer día del siguiente mes volverían las clases y así podría presumir que el ciclo escolar fue rescatado.
Como le dijeron que no, tuvo que salir a declarar que “no se pondrá en riesgo la salud” de la niñez y se volverá a las aulas hasta que las autoridades sanitarias pongan el verde en el semáforo que se utilizará para la “nueva normalidad”.
Por su parte, una decena de gobernadores de estados como Jalisco, han dicho que lo que resta del ciclo escolar será concluido de manera virtual, con todo y las dificultades que ello implica.
Hasta Miguel Barbosa Huerta, gobernador morenista de Puebla, expresó estar en desacuerdo con las tres etapas de la “nueva normalidad” y dijo que su gobierno pretende posponer el regreso a las aulas hasta el mes de agosto y septiembre; una vez completado el ciclo escolar, de inmediato regresará el siguiente.
Aunado a ello, Andrés Manuel López Obrador, fiel a su forma de gobernar, dijo que no se impondrá nada, es decir, todo serán por la razón. ¿Entonces? ¿Para dónde jalamos…?
NO HABRÁ MANITA DE PUERCO
Desde la mañanera y la conferencia nocturna, así como en distintos espacios informativos, el subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, se desvivió tratando de explicar qué onda con las tres etapas del plan para volver a la nueva normalidad.
Primero, dejó en claro que nada de lo establecido es inamovible, es decir, si hubiera fallas, pueden dar marcha atrás.
Segundo, aceptó que existe el riesgo de un rebrote por el COVID-19, tal y como ha sucedido en otros países.
Tercero, igual que lo dijo AMLO, no es a fuercitas. Quiere decir que los gobernadores tendrán la última palabra en sus estados, una vez que concluya la Jornada Nacional de Sana Distancia, el último día de mayo. ¿Entonces? ¿Para dónde jalamos…?
LAS TRES ETAPAS Y EL TÍO SAM
La primera etapa se pondrá en marcha a partir del 18 de mayo y consiste en el regreso a las actividades en unos 200 municipios donde no se han presentado casos de COVID-19 y, cuyos vecinos tampoco tienen.
La segunda etapa será entre el 18 y el 31 de mayo y consiste en la preparación del reinicio de ciertas actividades el primero de junio.
La tercera etapa, basada en un semáforo bastante confuso, comenzará el primero de junio. Semana tras semana, desde el centro del país nos irán diciendo qué actividades y en qué regiones pueden volver a la nueva normalidad, pero, insistimos, todo queda en manos de los gobiernos estatales.
Al final, el fondo del asunto es que el gobierno mexicano está, como estuvo con los asuntos migratorios, entre la espada y la pared. El gobierno de Estados Unidos presiona para que ciertas actividades industriales regresen a sus labores habituales, además de que los empresarios del país también están que revientan por la parálisis. ¿Entonces? ¿Para dónde jalamos…?