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Artículo de Fondo, Por Antonio TENORIO ADAME (12-V-2020).-Una de las malformaciones heredadas del añejo sistema colonial ha sido el incumplimiento de la ley. Durante el siglo XVIII cuando gobernaba el Virrey Carlos Francisco la Croix, se acuño un adagio al publicar una Ley proveniente de Madrid, que después se volvió un mal hábito; “se acata pero no se cumple”.
La mala costumbre de evadir o violar la ley ponderó sus reales desde el ejercicio del poder hasta el comportamiento social. Hoy la legalidad se encuentra dentro de un laberinto donde con extrañeza se advierten posibilidades de encontrar la salida.
Entre esas buenas señales se pronunció la sentencia de la Corte de definir de anticonstitucional la llamada “Ley Bonilla”, al pretender ampliar de dos a cinco años el término del periodo de ejercicio del Poder Ejecutivo en Baja California del gobierno de Jaime Bonilla.
La declaración del Gobernador fue “no estoy de acuerdo” pero acato la decisión de la Corte, de igual manera se pronunció el Presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, quien “saludo la sentencia de la Corte”.
En el ámbito de la contingencia sanitaria que a toda la humanidad preocupa y atemoriza, también se registró un hecho interesante, dado que el Presidente de Electra, Ricardo Salinas, se mostró renuente a acatar la recomendación de confinamiento por la de mantener la operación comercial, Electra ha tenido finalmente que aceptar la conveniencia de evitar los contagios. En una misiva al Presidente López Obrador, “no estar de acuerdo con las medidas pero proceden a cerrar”.
La festividad del “Día de las Madres”, se subió una canción de Juan Gabriel, luego se suspendió por falta de cubrir los derechos de autor, descuido cubierto por los responsables del operativo. No faltaron las críticas en una y otra ocasión. Lo importante también reside en reconocer los hechos y superar los errores.
A ese incidente la oposición le otorga igual importancia que al ocurrido en torno a la convocatoria del Periodo extraordinario para otorgarle facultades extraordinarios en la reasignación del Presupuesto de Egresos como consecuencia de la situación de emergencia generada por la pandemia. La oposición festejo como derrota el aplazamiento del Extraordinario, en lugar de consolidar que el Presidente recurra al Congreso a solicitar se le autoricen facultades que no están especificadas.
Desde esta óptica es importante que el Presidente asuma limitaciones y contradicciones que surgen dentro del maremágnum funcional y político, por eso es conveniente que la “oposición aprenda a ser oposición” para que no dependa solo de triunfos mediáticos.
En estos tiempos de gran inquietud resulta preocupante la publicación del Diario Oficial (11 de mayo 2020) en cuanto a otorgar a la Fuerza Armada permanente facultades para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.
Este acuerdo no tiene sustento constitucional porque las fuerzas armadas permanentes no están facultadas para ejercer funciones de policía, por el principio de “Posse Comitatus” válido en México desde mediados del siglo XIX. Las fuerzas Armadas pueden hacer esta función solo en caso de suspensión de garantías y otorgamiento de facultades extraordinarias, de acuerdo al artículo 29 constitucional. Involucrarlas en tareas policiales es muy peligroso.
La Guardia Nacional fue desplazada a cubrir tareas de control migratorio, el grado de inseguridad y violencia se incrementó hasta ser reemplazada por las Fuerzas Armadas como punto de quiebre de la constitucionalidad.
La declaración del Presidente de la Corte para evitar un “fraude simulado que burlaba la voluntad popular” al declarar anticonstitucional la “Ley Bonilla”, es una muestra de flexibilidad para reconocer y corregir irregularidades que se presentan en el ejercicio del poder,
La oposición pretende adjudicarse el triunfo cuando algunos de sus miembros se vieron involucrados, en el fondo sigue molesta desde la trinchera de minoría derrotada solo magnificando errores sin entrar a debatir los procesos donde se dirime la realización entre lo deseable y lo posible, tarea de todos es ejercer la crítica como vía de la verdad y la justicia.
En el país parece se percibe abandonar la maldición de “no cumplir” la Ley. Ya es hora!!
