¿Federalismo o Estado Asociado? (Artículo de Fondo)

Artículo de Fondo, Por Antonio Tenorio Adame (06-V-2020).- Bajo la sombra y en lo “oscurito” circula ya la propuesta de 21 Estados de oposición que analizan romper (El Financiero 29 abril 2020) el Pacto federal para asumir un acuerdo con la Federación como Estados asociados.

Aunque la historia no suele regresar, cuando ocurre sus resultados son siniestros. Y esa propuesta quiere retroceder  dos siglos para caer en el colapso.
Un breve recordatorio del alto costo que tuvimos que pagar para alcanzar una gobernabilidad estable durante el siglo XIX fue la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, entre los problemas que se dirimieron fueron la forma de gobierno, entre el federalismo y el centralismo, así como dos guerras contra la potencias extranjeras, EEUU y Francia, y la falta de unidad interna por el sistema de privilegios religiosos y militares, ese fue el siglo XIX.
Basta citar a Emilio Rabasa al señalar que de 1822 a 1847 la nación mexicana tuvo siete congresos constituyentes que arrojaron una Acta constitutiva, tres constituciones y una Acta de reformas, acompañados con dos golpes de Estado, multitud de asonadas e infinidad  de protestas.
El Primer Congreso constituyente de 1824 partió de la división territorial de 19 Provincias que formularon los Borbones en 1776, las cuales con gran libertad y flexibilidad aceptaron la formación de nuevos estados.
Ahí se estableció que la soberanía recae en la nación, y que cada entidad es soberana en cuanto concierne a su propia competencia, esa fue la base del artículo 124 de la Constitución y es el tronco que quieren derribar salvajemente.
El país consiguió su consolidación primero con la Constitución de 1856 al establecer los derechos humanos pero fue necesario pasar las guerras de Reforma y después de la Intervención francesa para restaurar la República con la división de poderes con la predominancia del poder legislativo de una sola Cámara.
A partir de entonces México es una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unido en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental (Art. 40 Const.).
El documento anónimo reviste una propaganda ignominiosa, plantea la incrustación del Estado Asociado con la supresión de la soberanía nacional y la soberanía conjugada con los Estados, por una figura de orden neocolonial como la establecida entre la Unión Americana y Puerto Rico para suavizar su carácter de protectorado.
Además que difunde “fake news” al decir que son 21 Estados quienes buscan romper el federalismo, hicieron una suma de todos las entidades que no se identifican con Morena, sin tomar en cuenta que la postura política de cada una depende de su relación deficitaria o superavitaria de la renta nacional.
Para entender mejor se debe estimar si el Estado recibe más o menos de lo que aporta al Ingreso de la nación.
Porque lo que se impugna de origen es el Convenio fiscal y no el Pacto federal.
A reserva de abundar en el argumento recaudatorio comparado con el redistributivo, debe considerarse que los Estados que promueven la rebelión fiscal son algunos de la frontera, cuyos beneficios alcanzados se derivan del Tratado de Libre Comercio, antes de tomar en consideración su propia voluntad y esfuerzo.
Solo hay que agregar en la brevedad de esta lectura que las tendencias del futuro no favorece la segregación de minorías nacionales o regionales. Sino más destacan los grandes conjuntos territoriales o comerciales que conforman conglomerados económicos competitivos como la Unión Europea y  aun el TMEC de lo que se han beneficiado a costa de recursos y mercado mexicano los que manipulan regionalismos perversos