Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (30-IV-2020).- La pandemia del COVID-19 nos ha puesto como uno de los principales retos, a quienes no la tenemos: la paciencia.
Un coronavirus de este tipo, del que se desconocen muchas cosas, no se puede “domar” de la noche a la mañana, principalmente porque no hay una vacuna o una cura específica.
Por eso las autoridades responsables de tomar las decisiones, tienen que irse con pies de plomo, para no equivocarse.
Es comprensible la preocupación por el daño económico que está causando y que va causar la pandemia surgida en Wuhan, China; sin embargo, no podemos precipitar nada.
En la mañanera de este miércoles, el Presidente de México adelantó que se analiza regresar a la “normalidad” en unos mil municipios del país el próximo 17 de mayo.
Aunque la decisión depende de un grupo de expertos y científicos, aceptó AMLO, no son tiempos de comer ansias…
PERO QUÉ NECESIDAD
En este mismo sentido, resulta incomprensible el empecinamiento de las autoridades educativas por mantener como fecha tentativa el regreso a clases para el próximo 1 de junio.
Así lo ha reiterado, particularmente el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, quien parece estar más preocupado por quedar bien con el que vive en Palacio Nacional y su futuro político que en la salud de los millones de alumnos de nivel básico y superior.
Parafraseando a Juan Gabriel, “pero qué necesidad” de apresurar el paso, cuando miles de estudiantes no van a volver a la escuela aunque pierdan el ciclo escolar, no porque no quieran, sino porque ellos y sus padres tendrán miedo.
Volver a clases el 1 de junio implica volver a las aulas 15 días después del pico de la pandemia que, nos han dicho, sería entre el 8 y 10 de mayo.
En Beijing, China, donde no se reportaron casos de coronavirus, apenas regresaron a clases después de cuatro meses y con medidas estrictas de sanidad.
Si en México apenas comenzamos la fase tres de la pandemia y llevamos poco más de dos meses de la llegada de la enfermedad, entonces porqué el interés de correr.
En Wuhan, aunque ahí fue el epicentro de la pandemia, no han vuelto a clases y, podemos presumir que en México hemos “domado” al COVID-19, pero no sabemos qué es lo que viene.
El mismo subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha dicho que el virus es traicionero, pues no sabemos cómo se comportará. Entonces, para qué apresurarnos, es mejor no comer ansias…
CINCO HORAS DE CONFERENCIAS
AMLO anunció que agregará otra conferencia desde palacio nacional al menú diario.
Además de su conferencia mañanera que dura aproximadamente dos horas diarias, está la nocturna de salud, la económica a las 18 horas y ahora habrá otra de programas sociales a las 20 horas. Es decir, serán cinco horas de conferencias del gobierno.
El mandatario está en su juego. Considera que con cinco horas diarias de conferencias oficiales tendrá cautivo a millones de mexicanos.
No olvidemos que en 2021 hay elecciones intermedias y quizá por eso el afán de estar presentes en la opinión pública todos los días, pero no saturemos el escenario. No son tiempos de comer ansias…