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08 de marzo del 2020.- La emergencia por el coronavirus ha llevado a que el rezo dominical del ángelus del papa haya sido transmitido este domingo en vídeo por varias pantallas gigantes colocadas en la plaza de San Pedro en lugar de en persona, cuando el pontífice se asoma a la ventana del palacio pontificio.
«Es un poco raro esta oración del ángelus con el papa enjaulado en la Biblioteca pero yo os veo y os soy cercano», ha dicho el papa Francisco sentado en el centro de la sala donde normalmente recibe a los jefes de Estado.
El pontífice, que ha aparecido con buen aspecto después del fuerte resfriado que le obligó a cancelar algunas audiencias y los ejercicios espirituales, ha explicado que esta decisión de que el ángelus fuese emitido en streaming ha sido para «evitar las congregaciones de personas, lo que puede transmitir el virus».
Italia ha suspendido los eventos y manifestaciones públicas para limitar la difusión del virus que ha causado ya 233 fallecidos y 5.061 infectados. También un caso positivo se ha detectado en la Ciudad del Vaticano.
En la plaza de San Pedro, que normalmente está abarrotada los domingos con miles de fieles, esta vez solo se podían contar varios cientos entre fieles y turistas para, esta vez, no ver pero sí escuchar al papa en las pantallas gigantes que fueron colocadas en la plaza. Mientras que por el contrario, sí que miles de personas esperaban en una larga fila su turno, hasta 45 minutos, para entrar en la basílica de San Pedro, aunque con medidas de separación a la hora de pasar los controles policiales.
Tranquilidad entre los turistas presentes en la plaza de San Pedro
A pesar de la difusión del coronavirus, la tranquilidad reinaba en la plaza con turistas, familias con niños, ancianos y muy pocas personas portando mascarillas. Marco y Janet, una pareja de turistas procedentes de Colombia y Ecuador, esperaban tranquilamente su turno «sin ningún miedo» por el coronavirus y con ganas de seguir su gira por Europa.
Mientras que un grupo de profesores y estudiantes latinoamericanos que han venido a un curso en Roma explicaban a Efe que aunque sabían que el papa no se asomaría a la ventana han querido igualmente venir a rezar el ángelus con él ante una de estas pantallas.
Al final de la oración, el papa ha expresado su cercanía hacia aquellos en el mundo que están sufriendo la epidemia de coronavirus y con todos los que cuidan a estas personas. «Me uno a mis hermanos obispos para alentar a los fieles a vivir este momento difícil con la fuerza de la fe, la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad. El tiempo de Cuaresma nos ayuda a todos a dar un sentido evangélico también a este momento de prueba y dolor», ha añadido.
Está previsto que la audiencia general que el papa preside los miércoles se desarrolle de la misma manera. Además, el pontífice seguirá celebrando su misa matutina de Santa Marta, pero sin la presencia de fieles.
Con información de RTVE de España
