En muchos países siguen en vigor las leyes que discriminan a las mujeres y a las niñas. Este año, la jornada contra la discriminación está dedicada a llamar a la acción para promover la igualdad de género y empoderar a esos colectivos en toda su diversidad.
En 2020, el Programa de las Naciones Unidas contra el VIH-SIDA (ONUSIDA) aboca el Día de la Cero Discriminación, celebrado cada 1 de marzo, a concienciar y promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
ONUSIDA destacó que si bien algunos países registran avances considerables hacia la igualdad de género, las mujeres y las niñas siguen sufriendo discriminación en todo el mundo.
Actualmente están vigentes muchas leyes que las excluyen, mientras que la legislación para reconocer sus derechos y protegerlas del daño y el tratamiento desigual está lejos de convertirse en norma.
Factores de discriminación
La discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas se basa en numerosos factores, entre los que destacan los ingresos, la etnia, la raza, la discapacidad, la orientación sexual y la identidad de género.
ONUSIDA señaló que las violaciones de los derechos humanos afectan desproporcionadamente a las mujeres y las niñas y afirmó que la desigualdad de género mina la salud y el bienestar de las sociedades en su conjunto y no sólo de las afectadas.
Este año, en el Día de la Cero Discriminación nos planteamos el reto de poner fin a un flagelo afrontado por las mujeres y las niñas en toda su diversidad.
El Programa de la ONU indicó que la desigualdad de género, la violencia, la pobreza y la inseguridad continúan incrementando el riesgo de contraer el VIH entre las mujeres y las niñas, sobre todo entre aquellas pertenecientes a comunidades marginadas y excluidas.
Agregó que un gran porcentaje de países de todas las regiones limitan el acceso de los adolescentes a las pruebas y al tratamiento para el VIH.
“Este tipo de leyes y políticas podría igualmente complicar u obstaculizar el acceso de las adolescentes a la profilaxis previa a la exposición, la cual es una herramienta de prevención muy efectiva”, puntualizó.
Algunos números
Las cifras de ONUSIDA revelan que cada semana 6000 mujeres adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH, es decir 860 diarias.
Los números también muestran que las adolescentes y jóvenes constituían el 60% de las 510.000 nuevas infecciones del VIH de ese grupo de edad en 2018.
En 2018, unos 18,8 millones de mujeres de 15 años en adelante eran seropositivas, lo que representa el 52% de todas las personas mayores de 15 años portadoras del VIH en el mundo.
Una encuesta de 2019 de ONUSIDA en 142 países dejó ver que en 105 de esas naciones, los adolescentes de menos de 18 años necesitaban un consentimiento parental explícito para realizarse una prueba del VIH.
En 86 países los menores de 18 años también necesitaban el consentimiento para acceder al cuidado y el tratamiento para el VIH.
Medidas necesarias
Para revertir este escenario y avanzar hacia la cero discriminación de las mujeres y las niñas, ONUSIDA pide garantizar la participación igualitaria en la esfera política y a respetar y garantizar los derechos humanos y las leyes que velan por su cumplimiento.
También considera indispensable asegurar la justicia económica y acabar con la violencia de género, así como proporcionar atención sanitaria libre de estigmas y barreras.
ONUSIDA aboga, además por brindar una educación primaria y secundaria gratuita y de calidad para todos, que no excluya a las niñas ni adolescentes, y luchar por la justicia climática para evitar más crisis migratorias que colocan a las mujeres y las niñas en un alto grado de vulnerabilidad.