Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (26-II-2020).- Pero en qué momento la CTM se convirtió en morenista. Si apenas en la elección presidencial pasada cobijaron a un desubicado Pepe Meade, quien no sabía ni dónde estaba parado.
Ahora resulta que, de buenas a primeras, los arcaicos “líderes” de uno de los sectores del viejo PRI, están trepados en el tren de la Cuarta Transformación.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con ese largo colmillo político, obviamente se deja querer y el fin de semana asistió a una asamblea que tenía todo el estilo del priísmo añejo.
El tabasqueño sabe perfectamente de qué lado masca la iguana, aunque eso no quiere decir que todos los que se enteraron del evento en el que la CTM se “entregó” al fundador de Morena, olvidarán que AMLO se está aliando con los mismos a los que tanto criticó y siguiendo las mismas formas.
Los cetemistas, por su lado, saben que el PRI huele a muerto y está muy complicado que logre levantarse de las cenizas, por más que ahora en sus spots en los que aparece Alejandro Moreno digan que ellos tienen “la culpa” de muchas cosas buenas que tiene México, como el IMSS y el ISSSTE.
Los cetemistas comprenden que, de no entregarse en los brazos del morenismo, están condenados a fallecer y se quedarán sin nada. Como el chinito, nomás milando…
¿FRÍOS?
Las crónicas de los medios de comunicación nacionales relatan que el aplauso a la llegada de Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo acompañado por algunos integrantes de su gabinete, fue frío. ¿Sería porque no todos los cetemistas están de acuerdo en la “conversión” al morenismo o porque les pidieron disimular un poco?
Juan Carlos Velasco, a nombre del secretario general de la CTM, Miguel Aceves del Olmo, dijo que la organización que trae sangre tricolor en las venas se pronuncia por la unidad nacional y la pluralidad, mientras algunos priístas que acudieron al evento no sabían bien qué cara poner.
Estaban además de funcionarios del gabinete federal como Rocío Nalhe y Olga Sánchez Cordero, la ex dirigente del PRI, Claudia Ruiz Massieu y el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, quien es como una veleta.
También estaban Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca y Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, aunque ellos parecen ya estarse acostumbrando a la sobada de lomo que en cada evento les obsequia el Presidente de México cuando ha visitado sus estados.
Las cosas están más claras, AMLO está apropiándose de todo lo que puede, como cualquier buen político. Los ceteminas, saben que el tren se está yendo y si no se ponen abusados podrían quedarse, insistimos, como el chinito, nomás milando…
FRONTERA SUR
El que no se queda milando e interviene cada que puede es el senador chiapaneco, Eduardo Ramírez Aguilar, a quien le podrán criticar todo, pero no el hecho de que es un legislador activo.
Recientemente hubo un encuentro entre el senado con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien pidió que los controles migratorios que se aplican en la Frontera Sur no intervengan con el fuerte flujo comercial y turístico entre Guatemala y México.
El senador de origen comiteco, quien conoce bien toda la franja fronteriza y el estado, por su actividad política, sabe que el comercio entre Guatemala y Chiapas es fundamental para la economía de muchos municipios.
De hecho, hay municipios aledaños a la frontera centroamericana que no serían lo que son sin la actividad comercial.
“Han decaído las ventas del sector restaurantero, hotelero y demás prestadores de servicios turísticos, pues si bien es cierto que en estos momentos se quiere controlar el paso de los migrantes ilegales, también es importante que el intercambio comercial con personas que cruzan por Guatemala de manera legal y ordenada no se afecte, son temas diferentes”, indicó ERA en el evento que estuvo presidido por Ricardo Monreal, coordinador de los morenos en la Cámara Alta.
Como hemos dicho, Eduardo Ramírez es de los políticos a los que no les gusta quedarse como el chinito, nomás milando…