Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (24-II-2020).- Hablar de mujeres siempre resulta complicado, sobre todo desde el punto de vista masculino. Podemos caer fácilmente en lo cursi banal, pero también en la ligereza que raya en el menosprecio.
Lo cierto es que, en estos días, con un doloroso tema como el de los feminicidios, hay una discusión respecto al papel que desempeña el sector femenino dentro de la sociedad mexicana y esto, aunque parte de un problema que enchina la piel, podría derivar en una revaloración de la mujer.
Todos tenemos la obligación, pero principalmente los que ocupan una posición política o un cargo público, de evitar la confrontación estéril, la de siempre.
Que si somos pobres o ricos. Que si somos fifís o chairos. Que si somos de izquierda, centro o derecha. Que si somos neoliberales o conservadores. Que si somos lopezobradoristas u opositores al gobierno en turno. Todo eso qué importa cuando hay cifras que indican que al día 10 mujeres son asesinadas por su condición de ser mujer.
Cuando se trata de la violencia que vienen padeciendo las mujeres, no de ahora, sino de décadas atrás, no tenemos por qué hacer diferencias sino de aportar el pequeño granito de arena que podamos.
Las mujeres conforman el 52 por ciento de la lista nominal, lo que nos brinda una idea del potencial que este sector tiene. Ahora que se discute el sí o el no a un paro nacional de mujeres convocado para el nueve de marzo, nos debe quedar clarita una cosa: con ellas todo, sin ellas nada…
QUE NO SEA UNA DISCUSIÓN ESTÉRIL
La semana pasada fue tendencia en redes sociales y tema de discusión en el día a día, el llamado de parte de grupos defensores de los derechos de las mujeres a un paro nacional para el próximo nueve de marzo, un día después de la celebración precisamente del Día Internacional de la Mujer.
Al principio, después de casos como el de Ingrid Escamilla y Fátima en la Ciudad de México, la reacción fue de ¡qué bien!, al fin está habiendo una reacción ciudadana al respecto.
Las protestas de mujeres a las puertas de Palacio Nacional y frente a algunos medios de comunicación como La Prensa (caracterizado por la publicación de nota roja), de forma violenta, hicieron pensar en otra cosa.
El mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se encargó de ponerle más leña al fuego al indicar en una de sus mañaneras que sí, que apoya la convocatoria de un paro nacional de mujeres, pero de inmediato soltó que la prensa conservadora y los neoliberales podrían estar detrás.
Es inevitable que, ante un tema tan delicado y complejo como este, que no pasa únicamente por pobreza, por elevar las penas o por poner un policía en cada esquina, se muevan intereses, aunque no por ello podemos descalificar una iniciativa que pocas veces vemos en nuestro país.
Siempre hemos creído, y lo hemos dicho, que en México somos demasiado tibios, fríos, incluso. Bueno pues llegó la hora de ver qué pasa con una protesta legítima de un sector vulnerable y marginado por décadas. Con ellas todo, sin ellas nada…
MIRNA CAMACHO, CONGRUENCIA
El sábado, el gobierno estatal informó que la magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Mirna Camacho Pedrero, presentó su renuncia a la Notaría Pública 97, con residencia en Berriozábal.
La determinación de la funcionaria del PJE no es más que un acto de congruencia, tras el llamado que el gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, hiciera a los servidores públicos que tienen una patente notarial y al mismo tiempo ejercen algún cargo en alguno de los poderes o instituciones independientes.
“Siendo congruente con la invitación y la política que ha implementado el gobernador presenté mi renuncia a la Notaría 97 con residencia en el municipio de Berriozábal para generar transparencia en las funciones que realizo como magistrada en las actividades que se ejercen en el Poder Judicial”, dijo la abogada, con una trayectoria importante en la política estatal.
Este ejemplo de congruencia y ahora que hablamos del sector femenino nos demuestra otra vez que con ellas todo, sin ellas nada…