*POLÍTICOS COBARDES Y CHILLONES.
*MÁS MEDIOS DEMANDADOS.
*JUAN CARLOS BARRAGÁN DEMANDA AL COLUMNISTA.
*MEZQUINA INTENTONA DE ACALLAR A LOS MEDIOS.
Columna Política «Bajo la Lupa», Por Armando Saavedra (28-I-2020.- Cuánta razón tiene J.J. ROSALES, al señalar lo chillones y cobardes que resultan algunos políticos, que lo que menos quieren, es que se les señalen sus hierros, desaciertos y corruptelas, pero cuando algo así ocurre, optan por pretender cubrirse con un manto de pureza, denunciando por la vía penal o demandando por la vía civil, a los comunicadores y/o sus respectivos medios, como una forma de victimizarse y diluir sus impurezas.
Por lo menos 2019 y lo que va del 2020, se están caracterizando por ser el periodo de tiempo en que una parte de la clase política, está recurriendo a la vía judicial para amedrentar a los medios de comunicación, particularmente a los comunicadores, a quienes se les pretende imponer una gran mordaza para que dejen de denunciar las corruptelas de esos políticos.
“El que padezca de grandes miedos y temores, que no salga de noche, pues lo pueden asustar”, algo así reza un conocido refrán popular y solo quiere decir, que sí no quieres estar bajo el escrutinio popular, no te metas de político o de funcionario público, pues esa sola razón, te puede poner en el ojo de huracán.
Hace unos días, el ex gobernador de Michoacán LEONEL GODOY RANGEL, sufrió una estruendosa derrota legal ante la Agencia Informativa Quadratín, medio de comunicación a quien demandó por la vía civil, pretendiendo una pingue indemnización como “reparación del daño moral” que, según su demanda, dice que sufrió, empero, en todas las instancias procesales, al ex mandatario no le dieron la razón los tribunales.
Lo anterior, porque la Agencia Quadratín implementó una campaña publicitaria por medio de espectaculares y en uno de ellos, se apreció la leyenda ““Leonel ¡lo sabe! Noticias anticorrupción”, ilustrada con una pirinola del popular juego mexicano de Tomatodo, leyenda que según GODOY RANGEL le causaba daño moral, pero los tribunales le demostraron que su apreciación era incorrecta.
MÁS MEDIOS DEMANDADOS.
A la fecha, existen por lo menos 5 medios de comunicación y/o sus representantes, demandados por diversas vías ante el poder judicial, por políticos michoacanos, cuyo ¿honor? o buena imagen se ha visto dañada por publicaciones periodísticas, cuyos textos y/o imágenes han causado agravio a dichos entes políticos.
Así las cosas, Empresas como La Voz de Michoacán, Changoonga.com y una vez más la Agencia Quadratín, se encuentran demandadas por la vía penal, acción ejercida por el sub delegado médico del ISSSTE JOSÉ MANUEL MIRELES VALVERDE, quien demanda un daño a su imagen pública, por haber hecho públicas imágenes del evento masónico en el que MIRELES VALVERDE fue insultado y un espontaneo golpeo a la fémina insultadora.
Sumado a lo anterior, por “Daño Moral por Perjuicio Extrapatrimonial” y “Daño Moral Indirecto”, la regidora del municipio de Morelia, MARÍA DEL CARMEN CORTÉS CORTÉS, demandó al portal noticioso “CHANGOONGA.COM”, de quien reclama el pago de una indemnización que el juez determinará, así como de 800 mil pesos por daño indirecto.
Resulta que CHANGOONGA.COM dio voz en su portal noticioso a los señores PEDRO FAUSTO PACHECO y a SALVADOR AYALA RAMÍREZ, quien hicieron una denuncia pública en contra de la regidora, por presuntamente defraudar a los vecinos de un fraccionamiento a quienes vendía terrenos en 6 mil pesos y no le daba nada ni mucho menos les escrituraba los predios.
Lo anterior enojó a la regidora de marras y a su esposo el señor SERGIO ACOSTA, los que decidieron acudir al procedimiento jurisdiccional para resarcir el “daño moral” que la nota publicada por CHANGOONGA les causó, sin haber exigido al medio de comunicación la “réplica” que la ley señala ni ninguna otra vía conciliatoria.
JUAN CARLOS BARRAGÁN DEMANDA AL COLUMNISTA.
Sin ser legalmente notificado aún, este columnista sabe que fue denunciado en la vía penal, por el actual secretario de desarrollo social y humano del gobierno estatal JUAN CARLOS BARRAGÁN VÉLEZ, quien lo hace “presunto responsable” de la comisión de los delitos de “ATAQUES A LA PROPIA IMAGEN y ATAQUES AL HONOR” en su agravio, por lo que se ha integrado la Carpeta de Investigación Número 1003202001663 en la Fiscalía General del Estado.
Y es que para el secretario BARRAGÁN, el hacer públicos razonamientos sobre la evidente utilización de recursos públicos de los que dispone como secretario de gabinete, en actividades políticas encubiertas de acciones sociales de la dependencia a su cargo, así como las realizadas a través de una asociación civil encabezada por él, son publicaciones que configuran los delitos de ataques a la propia imagen y al honor del citado funcionario.
Los adjetivos señalados por el comunicador J.J. ROSALES son tan acertados, que ni como negarlo, pues el señor BARRAGAN VÉLEZ tejió toda una intriga burocrática para lograr que se despidiera de su trabajo en el gobierno del estado a uno de mis hijos y no me puse a llorar como mariquita ni siquiera me victimicé, ni a mi hijo que fue la verdadera víctima de las venganzas de BARRAGÁN, ni mucho menos hice pública la perversa acción del ex regidor moreliano.
MEZQUINA INTENTONA DE ACALLAR A LOS MEDIOS.
La responsabilidad social del comunicador va más allá del interés personal y de los riesgos que se corren por ejercer de manera profesional, limpia y democrática el oficio o profesión, pues se trata de conjugar don grandes e importantes derechos, el derecho a la información de los ciudadanos y el derecho a la libertad de expresión del comunicador, ambos consagrados en nuestras leyes fundamentales.
Lo que debe de alarmarnos, es que esta intentona de la parte más perversa y corrupta de la clase política michoacana, de utilizar el poder judicial para ponerle una mordaza a los medios de comunicación, intentona que no se debe de permitir por salud democrática, pues una sociedad con una prensa amordazada es una sociedad desinformada e ignorante.
Los medios de comunicación y los comunicadores por su parte, deben de prender los focos rojos ante el embate de una clase política corrupta y desvergonzada, a la que no le importará lo vil de las herramientas a utilizar, con el fin de lograr el objetivo de callar a una prensa que denuncie sus canalladas y corruptelas. Si nos dejamos, lo pueden lograr.