Columna Política «La Feria», Sr. López (18-XII-19).- Había un tío del lado materno-toluqueño (se reservan sus generales), rico en serio y mucho más en serio, avaro, tacaño, mezquino… codo para que me entienda. Y sí, era muy agarrado, nomás le cuento una: en Navidad en su casa no había regalos y él, su sufrida esposa (tía ‘N’, ya verá por qué), y su único hijo, cenaban un pollo rostizado -uno-, y sardinas -una lata de Calmex-; el bacalao y el pavo nunca pasaron por esa mesa y daba ternura ver al primito al día siguiente, devorar el recalentado en casa de la abuela Virgen (la de los siete embarazos). Sin embargo, de repente, empezaron a saberse cosas raras: que el niño ya estaba en escuela de paga (de las caras); que fueron a Disneyland (sin el tío); que dejaron su ruinoso departamento de renta congelada en la Doctores y se cambiaron a una residencia con alberca en el Pedregal; que la tía aprendió a manejar (es un decir), y estrenó un Ford Galaxy (dos, el primero fue pérdida total). Ante tales prodigios este menda buscó la explicación con el primo Pepe, el impresentable y siempre bien informado, quien le hizo saber que aparte de todo, la tía no dormía con el tío, al que sorprendió en una situación altamente irregular con un lánguido costeñito con quien parecía tener trato de mucha confianza (pero, mucha más de la generalmente aceptada en esos tiempos: ahora eso es de presumir). La tía, a cambio de guardarle el secreto acerca de sus aficiones con su hijo, la familia, la ciudad y todo México, gastaba a manos llenas. En su divorcio, el tío dejó conmovido al Juez por su generosidad. La tía ‘N’, se volvió a casar y tuvo dos hijos más. Hizo bien, qué caray.
El lunes 9 de diciembre pasado, detuvieron a Genaro García Luna en Texas; el martes 10, la FGR a cargo de don Gertz Manero, confirmó que tenía abierta carpeta de investigación y que solicitaría su extradición a México; el jueves 13 de diciembre, en entrevista radiofónica, Santiago Nieto, titular de la Unidad e Inteligencia Financiera, declaró que ya le habían congelado 11 cuentas bancarias al García y personas relacionadas. El Presidente, nuestro Presidente, el viernes 13 informó en su conferencia mañanera que ya había ordenado investigar a los excolaboradores del García que estuvieran en su administración o hubieran participado en las dos anteriores.
Don García, mientras, esperaba ser vuelto a presentar ante el Juez en Texas, para saber dos cosas: si le aceptaban estar libre bajo fianza (aplauso del respetable que celebra la puntada), y si lo iban a mandar a que lo frían a fuego lento en una Corte de Nueva York.
De repente, el lunes 16, un día antes de esa segunda audiencia en Texas, nuestro Presidente declaró ‘CdMx et orbi’, que no se iba a investigar al García, que darán a los EUA toda la información que soliciten y que los exsubordinados del exsecretario de Seguridad no tienen nada que temer, que colaboren que no hay de qué tener pendiente… claro, don Durazo, de lento aprendizaje, declaró que sí investiga y que sería ingenuo pensar que no tuvo cómplices don García en sus actividades extra curriculares. Bueno, lo que cuenta es el público compromiso presidencial: no habrá investigación.
Luego, sorpresivamente, el martes, ayer mismo, la prensa yanqui consignó que don García se presentó ante el Juez de Texas, no abrió el pico, le dijeron que no le dan fianza porque no son sus tarugos y mansamente escuchó que se va para Nueva York, donde lo espera el gentil Juez que le recetó cadena perpetua al Chapo.
¿Qué está pasando?… ¿por qué el son de paz de nuestro Presidente?… hay algunos que saben mucho del submundo ese de la delincuencia organizada de alto octano, entre ellos, hay dos que saben muchísimo, uno, el Chapo Guzmán, ya languidece en una celda con su cadena perpetua a cuestas; el otro es García Luna. En los EUA el Departamento de Justicia a través de los fiscales de ellos, procuran negociar con los criminales para que se declaren culpables, se eviten las molestias del juicio y reciban sentencias menores (no menos de 10 años, parece que es la norma); y si hacen gárgaras, afinan garganta y cantan, les hacen rebajas que no iguala ni ‘El Buen Fin’.
El Chapo Guzmán tiene 65 años de edad y ninguna intención de hundir los negocios familiares que sabe continuarán sin novedades, como continúan; no va a cooperar con el Departamento de Justicia, porque no le salen las cuentas (saldría de 75 años) y además, su abogado defensor, Eduardo Balarezo, dice que el Chapo sabe los códigos de su oficio y no es chismoso. Bueno, cada quien.
En cambio don García Luna, no debe ser muy escrupuloso (pregúntenle a Florence Cassez), tiene 51 años y le salen las cuentas.
Para el Departamento de Justicia yanqui la detención del García compensa la fallida aprehensión del Chapito en Culiacán, porque don García tiene mucha más información sobre los albañales de varios países (EUA incluido).
El García Luna será lo que quiera, pero tonto, no. Su actitud serena y sumisa debe obedecer a algo, tal vez ya escuchó alguna oferta de los fiscales… ¿qué tal si en unos poquitos años quedas libre?, como ya está Sergio Villarreal Barragán (a) “El Grande” que es quien lo fundió (Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, no ratificó sus declaraciones en el juicio contra el Chapo, no podía probarlas, en cambio ‘El Grande’ fue testigo presencial… dice).
Está claro: algunos han de estar rezando rosarios a rodilla por lo que pueda cantar el García, y contra la opinión de capacidades diferentes del diputado Delgado, entre ellos no está el expresidente Calderón (de veras hay a quien no se le da).
Como sea: nuestro gobierno federal actual, con la espalda contra la pared en asuntos muy graves como la revancha financiera yanqui y la espada de Damocles de las calificadoras sobre la cabeza, le basta con que no se mencione que durante todo un año no desempolvaron expedientes del García Luna, y de mil amores no meterán las manos en este penoso asunto. Que se preocupen otros porque está ensayando ópera, rancheras y boleros.