CDMX, 07 de noviembre del 2019.- Ante integrantes de la industria de la radio y la televisión, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a analizar la posibilidad de reducir los tiempos oficiales del gobierno en estos medios de comunicación.
Al participar en la 60 Entrega de Premios Antena otorgados por la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, el jefe del Ejecutivo indicó que tiene la facultad para ello al emitir un decreto, por lo que en breve podría dar a conocer una propuesta que representa un apoyo a los concesionarios.
Aseguró que “un gobierno democrático no necesita de propaganda; no debe haber tanto acaparamiento de los espacios”.
“Vivimos otros tiempos”, afirmó al referirse a las redes sociales, las cuales recordó que son el medio a través del cual difunde su mensaje a la población, particularmente la conferencia de prensa matutina que encabeza de lunes a viernes.
El jefe del Ejecutivo reafirmó sus ideales y principios de respeto a la libertad de expresión.
Destacó que está en marcha el proceso de transformación de la vida pública del país, en el que se garantiza el derecho a disentir.
Versión estenográfica:
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de la industria de la radio y de la televisión:
Me da mucho gusto participar una vez más en este encuentro anual de los medios de comunicación, los empresarios, los trabajadores de esta importante industria.
No tenía pensado hablar, pero es muy importante este acto.
Tengo otro compromiso que había hecho desde hace tiempo. No voy a poder saborear, disfrutar de la suculenta comida que se va a ofrecer aquí con ustedes. Me va a representar la licenciada Olga Sánchez Cordero, yo voy a retirarme después de estas –espero- breves palabras. Se dice que bueno y breve doblemente bueno.
Empiezo diciéndoles que en nuestro gobierno hay garantías plenas para el ejercicio de la libertad de expresión y de manifestación de las ideas.
Puede parecer un lugar común, una frase retórica, pero como aquí lo ha dicho el presidente del Consejo de la Industria de la Radio y la Televisión, nosotros tenemos ideales, tenemos principios, nos guiamos por nuestras convicciones; de modo que es sincero el que ustedes van a contar siempre con la más completa y absoluta libertad para manifestarse, para ejercer el derecho de manifestación y de prensa.
Creo además que en los tiempos que estamos aplica más que nunca la frase de que la libertad no se implora, la libertad se conquista, y que ustedes siempre han actuado de esa forma, se han abierto espacios a pesar de las limitaciones y obstáculos, y de la censura del Estado autoritario.
Estamos en un tiempo nuevo, distinto; hay reacomodos, porque les puedo garantizar que está en marcha una transformación de la vida pública del país.
Y es cosa de pensar lo que son las transformaciones. Ha habido tres grandes transformaciones en la historia de nuestro país: la Independencia, la Reforma, la Revolución y nosotros estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
A diferencia de las tres transformaciones anteriores, que por las circunstancias se tuvieron que hacer con las armas, nosotros tenemos la dicha enorme de poder llevar a cabo esta transformación sin violencia, de manera pacífica.
Pero de todas formas es una transformación profunda, porque queremos arrancar de raíz -por eso hablamos de que es un cambio radical, la palabra radical viene de raíz- queremos arrancar de raíz el régimen corrupto de injusticias y de privilegios. No llegamos para hacer más de lo mismo, no fue un simple cambio de gobierno, aspiramos al cambiar al régimen.
Entonces, esto que estamos haciendo produce naturalmente desconciertos, desajustes, no deja de haber inquietudes porque, insisto, se trata de una transformación. No tendría ningún sentido el haber luchado tanto tiempo, contar con el apoyo de la gente para mantener el mismo régimen que estaba destruyendo a México.
Por eso la transformación, por eso los cambios. Y en estos cambios está el que podamos garantizar espacios para el debate, para la discusión, el garantizar el derecho a disentir, el que ya no haya un régimen autoritario; y que se entienda que se requiere hacer ajustes, poner en correspondencia las leyes, las normas, con la nueva realidad, con las nuevas circunstancias.
Quiero comentarles que tienen -ya lo saben, pero no está de más decirlo- a un extraordinario representante, José Luis Rodríguez Aguirre, un hombre con convicciones y al mismo tiempo fino, no brusco, que sabe argumentar y sabe plantear bien las cosas.
Yo desde hace algún tiempo traigo lo de los tiempos oficiales, lo traigo como un tema a atender y él ahora supo plantearlo. Imagínense lo que representa para mí el que él haya hecho referencia al 68, que se impone este decreto -sin ofender a nadie- en uno de los gobiernos más autoritarios, que utiliza la fuerza, la violencia para reprimir a jóvenes, a estudiantes, en el 68.
Guardadas todas las proporciones, no fue esa la razón principal, pero en el 68 en esa represión participó el Estado Mayor Presidencial, que era un cuerpo de élite costosísimo. Cuidaban al presidente ocho mil elementos del Estado Mayor Presidencial con muchos excesos.
Les doy un dato. Para mantener el Estado Mayor, el año pasado la Presidencia de la República ejerció un presupuesto de tres mil 600 millones de pesos y este año vamos a ejercer 800 millones, la cuarta parte.
Por eso ya no existe el Estado Mayor Presidencial. Ya los integrantes del Estado Mayor Presidencial pasaron a la Secretaría de la Defensa, a la Guardia Nacional para cuidar al pueblo. Al presidente lo cuida la gente y el que lucha por la justicia no tiene nada que temer.
Sí se usó al Estado Mayor Presidencial para reprimir a los estudiantes, pues fue otro elemento que me llevó a considerar, como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, que no hacía falta tener este cuerpo de élite.
Por lo mismo, quiero informarles que voy a analizar lo de los tiempos oficiales, que es como aquí se ha expresado, un impuesto a la radio, a la televisión.
Y hay tres razones a considerar:
Primero, la importancia que tiene la radio y la televisión para garantizar el derecho del pueblo a la información.
Segundo, un gobierno democrático no necesita de propaganda, no necesita de muchos tiempos oficiales. ¿Para qué tanto?, ¿qué no…? El principal cambio de los últimos tiempos es el cambio de mentalidad de nuestro pueblo, es una sociedad distinta. En un régimen autoritario, antidemocrático, pues se necesita la propaganda para afianzar al gobierno.
Cuando hay un pueblo consciente como el que afortunadamente se tiene en nuestro país, porque el pueblo de México es de los pueblos más politizados del mundo en la actualidad, porque cambió la mentalidad del pueblo y cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo, la gente está muy despierta. No es fácil manipular al pueblo de México, es un pueblo muy avispado, muy politizado. Eso ya lo reconocen hasta en otras naciones, hasta en otros países.
Entonces, hay que tenerle confianza al pueblo. No hace falta tanta propaganda, tanto acaparamiento por parte del gobierno de los espacios de comunicación.
Y la tercera razón es que yo tengo manera de comunicarme con los ciudadanos, nada más lo hago todos los días casi dos horas en las ruedas de prensa o diálogos circulares o, como se le conoce, ‘las mañaneras’. No me hace falta que haya demasiado tiempo oficial, ahí tengo oportunidad de estarme comunicando con los ciudadanos. Y no hay que verlo como competencia, sino buscar la manera de interpretar los nuevos tiempos.
Ahora se cuenta con las benditas redes sociales. Ahora lo dije hoy en la mañana, cada ciudadano es un medio de comunicación. Antes los medios de comunicación eran 100, 200, 300, 500, mil periódicos, 600, 800, dos mil, tres mil estaciones de radio, eran dos, tres, cinco, 10, 20, 50 televisoras o canales de televisión; ahora son millones los que comunican. Entonces, son otros tiempos, no es el 68.
Por eso hago el compromiso con ustedes de analizar esta propuesta de reducir la contribución, el impuesto, los llamados tiempos oficiales. Y les voy a dar una respuesta pronto sobre este asunto; además, ni siquiera -como me lo informó José Luis- se requiere de una reforma legal, es un decreto, tengo yo esa facultad. De modo que pronto van a conocer a ustedes sobre una propuesta que va ir en el sentido de reducir los tiempos oficiales para que ustedes tengan ese estímulo, ese apoyo por los servicios tan importantes que prestan a la sociedad mexicana.
Eso es todo lo que quería decirles.
Muchas gracias.