07 de noviembre del 2019.- Una vez más, el máximo órgano de debate de las Naciones Unidas rechazó abrumadoramente el embargo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos y conminó a ponerle fin, destacando su carácter ilegal y contrario al multilateralismo. La resolución se suma a las 27 que ya se habían adoptado desde 1992, cuando la Asamblea General empezó a votar cada año sobre la cuestión.
La Asamblea General de la ONU aprobó este jueves con 187 votos a favor, 3 en contra y 2 abstenciones, una resolución que pide levantar el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, que dura ya casi seis décadas.
Como todos los años, excepto 2016, cuando se abstuvieron, Estados Unidos e Israel votaron en contra, y se les sumó Brasil. Las abstenciones fueron de Colombia y Ucrania. Por primera vez, Brasil y Colombia no apoyaron la resolución, fracturando así la tradicional posición unánime latinoamericana y caribeña. Ninguno de estos dos países explicó su voto.
Asfixia económica
En el debate previo a la votación, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo que Estados Unidos no esconde el propósito de asfixiar económicamente a su país y de incrementar las carencias y sufrimientos del pueblo cubano.
Además, volvió a denunciar en la ONU que en los últimos meses Estados Unidos ha escalado su agresión contra Cuba, aplicando medidas no convencionales para impedir el abastecimiento de combustible a la isla desde diversos mercados mediante sanciones y amenazas a los buques, navieras y compañías de seguros.
El canciller responsabilizó a Estados Unidos de afectar la economía nacional y dañar el nivel de vida de las familias cubanas.
“El Gobierno de Estados Unidos sí es responsable (…) La persecución a nuestras relaciones bancario-financieras con el resto del mundo se ha recrudecido. Se restringieron las remesas a ciudadanos cubanos, se redujo el otorgamiento de visas y se limitaron los servicios consulares”, citó el diplomático entre una serie de medidas que tiene un impacto directo en la economía de las familias.
Agregó que el país norteamericano ha intensificado la aplicación extraterritorial del bloqueo a Cuba contra terceros Estados, así como contra sus compañías y ciudadanos. Sostuvo también que Estados Unidos sabotea la cooperación internacional que su país brinda en la esfera de la salud mediante una campaña de calumnias que ataca a un programa de doctores cubanos en países en desarrollo reconocido internacionalmente.
Por otra parte, acusó la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft, de “manipular burdamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
“Artículo 3: derecho a la vida. El bloqueo provoca daños humanitarios incalculables. Constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos y califica como un acto de genocidio, a tenor de los incisos B y C del Artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. No hay familia cubana que no sufra sus consecuencias”, afirmó.
“El Gobierno de Estados Unidos no tiene autoridad moral para criticar a Cuba ni a nadie sobre derechos humanos”, añadió Rodríguez Parrilla.
Elección hecha con libertad
Al presentar sus argumentos, la representante de Estados Unidos ante la ONU, Kelly Craft, defendió el “derecho soberano” de su país a elegir con quiénes comercia.
“Por eso es preocupante que la comunidad internacional, en nombre de la protección de la soberanía, siga desafiando este derecho”, apuntó.
Para la embajadora, peor aún es que la Asamblea General respalde cada año la idea de que el Gobierno cubano no tenga más remedio “que abusar de su pueblo como respuesta al embargo”.
“Hoy quiero hacer una simple pregunta: ¿Acaso la política de Estados Unidos fuerza al régimen cubano a violar los derechos humanos de su propio pueblo?”, acotó.
Craft llamó a pensar si el Gobierno cubano ha sido forzado a cometer abusos considerados antiéticos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada por el país caribeño.
“Nuestro embargo no fuerza al régimen cubano a arrestar sin ninguna causa a periodistas independientes y defensores de los derechos humanos. Eso es una elección hecha con libertad”, arguyó junto a una serie de violaciones que, según Estados Unidos, comete Cuba en contravención del máximo documento de las garantías fundamentales.
Política obsoleta y contra el multilateralismo
Los oradores del debate, a título nacional y como representantes de bloques como el Grupo de los No Alineados, el G77 más China, CARICOM o la Unión Europea pugnaron por el levantamiento sin dilación del embargo, considerando que tiene un alto impacto humanitario en la población cubana, además de que impedirá que ese país alcance los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Coincidieron al urgir a la derogación de leyes de efecto extraterritorial como la Helms-Burton, que afecta la soberanía de otros Estados, los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y la libertad de comercio y navegación.
Asimismo, destacaron el carácter antagónico del embargo con los principios del multilateralismo y afirmaron que contraviene el principio de no intervención y desestabiliza a regiones enteras, como ocurre en el Caribe.
Las distintas delegaciones calificaron al bloqueo como una política obsoleta sin asidero ético o jurídico y dijeron que viola el derecho internacional.