Columna «Eje Político», Por Víctor Americano (21-X-19).- ¿Fue una decisión acertada haber liberado a Ovidio Guzmán, uno de los 20 hijos de “El Chapo”, tras operativo el pasado 17 de octubre en Sinaloa?; esa es la pregunta que ha generado otra vez, divisiones profundas en las opiniones en nuestro país.
Una vertiente defiende la postura del presidente AMLO, sobre salvaguardar la seguridad de la ciudadanía y “no volver a convertir a México en un cementerio, como ya lo ha sido por varios años”, según versiones del gobierno federal. “No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”, dijo el mandatario sobre la captura y casi inmediata liberación del hijo de “El Chapo Guzmán”.
Pero otras versiones, señalan que el narco puso de rodillas al Estado Mexicano y por ende al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mostrando debilidad y enseñando el camino a los demás cárteles de la droga, sobre el cómo doblegar a las autoridades.
El problema del operativo en contra de la delincuencia organizada no fue la acción en sí, ya que es obligación del gobierno federal, actuar en contra de ese poder fáctico que es el narcotráfico, porque está dentro de sus facultades y obligaciones, estipuladas en la Constitución Política de nuestro país; eso se aplaude, eso debe exigirse… el verdadero problema, fue lo que evidenció la frase del secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, al asegurar que el operativo para detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, fue “precipitado” y “mal planeado”.
El titular de la Sedena, confirmó que la acción se realizó tras una orden de aprehensión, con fines de extradición, por parte de elementos de la policía ministerial, quienes iban acompañados por elementos de la Guardia Nacional. “Estos elementos, con tal de cumplir con esa orden, actuaron de manera precipitada y no avisaron a sus mandos superiores, por lo tanto, el gabinete de seguridad no fue advertido. Además, tampoco se calculó el tiempo en que llegaría orden del cateo por lo que, al permanecer por mucho tiempo afuera del domicilio, se desencadeno un enfrentamiento”, reveló en la conferencia de prensa realizada en Culiacán, Sinaloa.
Ese es el verdadero problema; contra el cáncer que significa el narcotráfico, no se pueden dar el lujo de implementar operativos mal planeados y precipitados.
Sin embargo, para quienes buscan desacreditar con esta acción todo el gobierno de AMLO, también hay que decir que los cárteles de la droga no aparecieron como por arte de magia el día en que el tabasqueño rindió protesta como presidente de México, ni tampoco los delincuentes de cuello blanco que han saqueado nuestro país a placer. No podemos ni debemos aprovechar un error de esta índole, para ver las cosas blancas o negras, así como en la vida, la política tiene su gama de colores.
Y es cierto que tampoco el presidente López Obrador, se puede pasar los seis años de su gobierno culpando a diario a todas las administraciones anteriores de todos los males habidos y por haber; hoy quien gobierna se llama Andrés Manuel López Obrador y si hay personajes de anteriores gobiernos que dejaron un cochinero, que lo demuestre y que los encarcele de una vez por todas, los mexicanos lo agradeceríamos totalmente; pero no se vale solo litigar en los medios de comunicación.
También es cierto, que con sus “críticas” los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, se dan un tiro en el pie, porque ahora que no están en el poder, resulta que se las saben de todas, todas, y tienen la solución para los problemas de fondo del país. ¿por qué no las implementaron con éxito en sus mandatos? Ellos tuvieron marcados claroscuros.
A nadie conviene un país dividido, donde, solo vemos los extremos y no los puntos medios, los acuerdos y el diálogo, como base para resolver las diferencias. Sin embargo, lo que jamás se debe hacer ni siquiera pensarlo, es pactar con delincuentes, haya sido en anteriores gobiernos o considerarlo siquiera como posibilidad en el actual.
Mientras todo esto sucede, pregunto, ¿en que van los casos de Romero Deschamps?, ¿Javier Duarte?, ¿Lozoya?, ¿Collado?, ¿Rosario Robles?… Resulta que hoy solo están sobre la mesa de la discusión Ovidio y “El Chapo” , ¿y los presuntos delincuentes de “cuello blanco?
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