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Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (11-X-19).- “Ya lo pasado, pasado, no me interesa” resonaba en varios puntos de la Ciudad de México la tarde de este miércoles. Eran los 250 gramos de los restos del cantante “José José”, que paseaban en la gran megalópolis, a donde miles de personas le dieron el último adiós y cantaban sus canciones más famosas, muchas, por cierto.
Después de un lío legal en Miami, Florida, Estados Unidos, las cenizas del cantante nacido en el barrio Clavería del extinto Distrito Federal, volvieron tras la intervención del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien se resiste a utilizar aeronaves del gobierno, pero sí autorizó que un avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) hiciera el servicio de taxi.
En esas estamos, en tiempos en los que se machaca al pasado, todos los días, desde la época de Porfirio Díaz hasta Enrique Peña Nieto; sin embargo, no se aplica la ley contra ninguno de los expresidentes porque no se quiere romper con la tradición de que los exmandatarios son intocables o quizá no se tienen elementos.
En esas estamos, en tiempos de mañaneras en las que al Presidente de México lo convierten en todólogo, al grado de tener que mandar mensajes reconciliadores a Sarita y los otros hijos de José José, quien nos vuelve a mostrar en qué país vivimos.
En esas estamos, en tiempos en los que un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eduardo Medina Mora, con fama de influyente, tira la toalla y no sabemos los motivos. Solo que se le está investigando por presuntas irregularidades, es decir, ya es culpable antes de que se le juzgue. Ya lo pasado, pasado…
LO QUE QUEDA DEL VERDE
El diputado federal “indígena”, Roberto Rubio, sigue asomando las narices en la política nacional y chiapaneca, como si fuera una paloma blanca, cuando la realidad nos indica que fue uno de los responsables de que Chiapas fuera saqueado en el último sexenio.
Quiere lavar su nombre y desenterrar al Partido Verde sumándose a los asuntos de la entidad más empobrecida del país, a la que él y mucha gente del sexenio pasado contribuyeron a volverla más pobre.
Hace unas horas, por ejemplo, “condenó la agresión que sufrió el presidente municipal de Las Margaritas, Jorge Luis Escandón Hernández”, a quien dijo refrendar su respaldo ante tan lamentables hechos.
Se atrevió a llamar “a la población a exponer sus inconformidades y demandas a través los canales institucionales, para no propiciar el desorden público que vulnera la paz de las familias y no resuelve a fondo los problemas sociales.”
Si fuera otro el personaje que hace el llamado sería creíble y hasta plausible; sin embargo, cuando lo hace un personaje que violentó la ley para estar donde está, entonces lo mínimo que tendría que hacer es guardar un poquito de silencio y tener un poquito de vergüenza.
“El diálogo debe prevalecer en cualquier circunstancia, si queremos que Chiapas siga siendo ejemplo nacional en materia de seguridad y orden”, se atrevió a decir.
LA MEDALLA BELISARIO DOMÍNGUEZ
Y si en esas estamos, la senadora Sasil de León Villard, tuvo su momentito de fama al anunciar que Rosario Ibarra de Piedra será la ganadora de la Medalla Belisario Domínguez.
La senadora, quien apareció junto al exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, su jefe, dijo que en esta ocasión se decidió entregar la presea a una mujer porque no ocurría así desde hace tiempo.
De acuerdo con información del Senado de la República, la primera vez que se otorgó la Medalla Belisario Domínguez a una mujer fue en el año de 1954, a la profesora Rosaura Zapata; “siendo la última ocasión en el año 2017 a la ambientalista Julia Carabias.”
Fueron 126 las mujeres propuestas para recibir la medalla; sin embargo, las senadoras y senadores de la República empujaron una terna integrada por Elena Poniatowska, Ifigenia Martínez Hernández y Rosario Ibarra de Piedra.
Al final, fue profesora dedicada a la defensa de los derechos humanos y a dar voz a muchos que no la tienen, quien resultó ganadora y será galardonada…
