Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (11-IX-19).- ¡Ni una más! ¡Ni una más! ¡Ni una más! Se escuchó en las instalaciones del Aula Polifuncional de la Facultad de Arquitectura de la Unach, donde se llevó a cabo la instalación de la Comisión Especial de Atención a Feminicidios en Chiapas.
Se dieron cita diputados locales, encabezados por la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Elizabeth Bonilla Hidalgo y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Marcelo Toledo Cruz, además de la presidenta de la Comisión Haydeé Ocampo Olvera, pero principalmente un grupo de familias que han perdido a alguna integrante de su familia a causa de la ola de feminicidios que aqueja al país.
El hecho fue calificado como histórico por algunos de los asistentes, pues por primera vez hay una comisión legislativa que, primero, acepta que existe un problema y tratará de encontrarle una solución junto a las autoridades correspondientes, particularmente la Fiscalía General del Estado (FGE), organismo que al menos a mostrado apertura, pues en el pasado esta instancia independiente del Poder Ejecutivo era un búnker impenetrable, al que solo unos cuantos tenían acceso…
SE RECONOCE EL PROBLEMA
La presidenta de la Mesa Directiva, Elizabeth Bonilla Hidalgo, al tomar la palabra consideró que la comisión tiene un gran trabajo, en el que el compromiso y la dedicación serán indispensables.
“Se trata de conocer la problemática que tiene Chiapas, México y el mundo, de la violencia hacia la mujer. Tenemos que proponer ideas para que es brecha grande se vaya reduciendo”.
Expresó y con mucha razón que, cuando una mujer es asesinada no solo se trata de la pérdida de un ser humano, sino de un gran dolor para toda la familia.
Llamó “a luchar de la mano” con la Fiscalía General del Estado para atender esta problemática que, es uno de los peores rostros de la violencia que vive la república mexicana, donde a veces pareciera que nos hemos acostumbrado a la barbarie.
“La mujer no necesita mucho, necesita atención, respeto y ser escuchada”, dijo Bonilla Hidalgo, quien aseguró que se suma a esta labor por el simple hecho de que ella también es mujer.
AÑOS DE ANGUSTIA
Elena Morales Jiménez, representante de la Red de Familias, fue quien habló a nombre de aquellas familias que han sido víctimas de la violencia contra la mujer, particularmente de los feminicidios.
Tras dar un testimonio de lo que vivió en carne propia, al perder a su madre y hermana, dijo que es “un día histórico para las mujeres de Chiapas que desean vivir una vida libre de violencia”.
“Tengo 19 años y hablo en nombre de mi mamá y mi hermana, quienes fueron secuestradas, abusadas sexualmente, torturadas” y al final de cuentas cruelmente asesinadas. Sus cuerpos fueron encontrados en julio de 2013 en el centro ecoturístico Cascadas “El Aguacero”, lugar donde pasamos bellos momentos”, expresó la invitada principal, con un nudo en la garganta, pero con voz firme.
Lamentó que tuvieron que pasar más de seis años para que los asesinos recibieran una condena; sin embargo, todavía existe el miedo de que en cualquier momento puedan quedar libres.
Dijo que esa incertidumbre por la aplicación de la justicia es la que a veces atormenta a las familias que perdieron a una de sus integrantes, pero no pueden vivir su luto en paz.
“Somos familias víctimas de feminicidios con un dolor y coraje en común”, expresó, mientras los asistentes fueron testigos de un testimonio doloroso, pero al mismo tiempo revelador de una realidad que nadie quiere padecer en carne propia y que no debe ser ignorada.
Lamentó, como una especie de alerta, que los victimarios muchas veces son los mismos familiares cercanos o la misma pareja.
“Los que imparten justicia parecen tener más empatía con los victimarios que con las víctimas”, expresó Elena, quien enlistó a mujeres que fueron asesinadas. Algunas, ni siquiera fueron identificadas. “¡Es tiempo de despertar, ni una más!”