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Columna Política «Ensalada de Grillos», por Ciro Castillo (30-VIII-19).- Se supone que las escuelas normales de México fueron creadas para formar a los futuros maestros, quienes a su vez formarán mediante la instrucción escolar (que no es lo mismo que educación) a los estudiantes de las regiones más apartadas de la nación, a los hijos de millones de mexicanos.
El problema es que, a lo largo de las décadas, la labor de estas 460 instituciones diseminadas a lo largo de la República Mexicana, parece haberse desviado o simplemente, el tiempo les ganó; la modernidad las alcanzó y las rebasó.
En algunos gobiernos se ha planteado la posibilidad de su desaparición, y esta idea se ha convertido en uno de los mayores temores y banderas de combate de quienes asisten a las distintas normales del país, particularmente en Chiapas.
A nuestro parecer, no se trata de desaparecerlas, sino de que sus planes de estudio y sus formas de operar, cambien, como ha cambiado la sociedad. Pero el compromiso tiene que venir desde adentro, pues de lo contrario, si la autoridad intenta poner orden por la fuerza, dirán que se trata de represión.
Las normales, por ejemplo, la Mactumatzá, en Tuxtla Gutiérrez y la Jacinto Canek, en Zinacantán, siguen realizando peligrosas novatadas y viven en una especie de autogobierno, donde muy poco se conoce de su funcionamiento.
Los jóvenes, no se sabe con certeza, si por iniciativa propia o porque así los obligan en sus instituciones, desde tiempo atrás han salido a las calles a botear, a retener camiones y a presionar a las autoridades.
Es ahí cuando se pierde el sentido de la formación de los futuros maestros. Es ahí también cuando los normalistas se alejan de la sociedad, quien no entiende y rechaza cada protesta, cada manifestación que se torna violenta y transgrede el derecho de terceros. Los ven simplemente como un grupo de muchachos malcriados…
EN SAN CRISTÓBAL NI DE REGALADO
Esta administración estatal, particularmente la Secretaría General de Gobierno, ha dado seguimiento a los planteamientos de los normalistas de la Jacinto Canek, quienes incluso han planteado la posibilidad de mudarse del municipio de Zinacantán a la turística San Cristóbal de Las Casas; sin embargo, ahí tampoco los quieren ver ni en pintura, precisamente por su actitud transgresora de la ley.
La Coparmex Chiapas fue una de las primeras organizaciones empresariales que pegó el grito en el cielo y rechazó esta posibilidad. Advirtió: “no más atropellos a San Cristóbal de Las Casas y a sus habitantes”.
La iniciativa privada fija postura, precisamente porque ha sido uno de los sectores que ha resultado más afectado con las acciones vandálicas de los normalistas, quienes a pesar de que en abril se firmó un acuerdo para mantener el orden han seguido en la misma postura radical, con bloqueos, con “boteos”, con actos no dignos de los que hoy son estudiantes y en el futuro serán los formadores de los alumnos de educación básica.
Las autoridades cumplieron, por citar otro ejemplo, con compromisos adquiridos como la contratación de personal académico, así como el pago a maestros interinos de la institución, al grado que a la fecha no hay adeudo.
La atención a la Normal Jacinto Canek no ha parado; sin embargo, no hace mucho, volvieron a las andadas y se comportan simplemente como un grupo de “muchachos malcriados”…
LOS NÚMEROS NO MIENTEN
Además de que la mayoría, si no es que todos los estudiantes de la Escuela Normal Indígena Intercultural Bilingüe “Jacinto Canek” reciben la llamada Beca Benito Juárez, este año se les ha entregado más 943 mil 600 pesos para una beca estatal solo de enero y febrero, de acuerdo con cifras oficiales.
Se les otorgaron otros 113 mil pesos para gastos de operación estatal en el periodo enero-mayo.
La Normal Jacinto Canek también recibió para mantenimiento de tres autobuses 443 mil 403 pesos, lo que suma más de un millón y medio de pesos en los primeros meses del año. Entonces cuál es la queja, cuál es el motivo de que sigan en las calles. A veces parece que hay otra u otras “manos” que mueven a los normalistas que se comportan, no como futuros maestros, de respeto, sino como muchachos malcriados…
