Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (26-VII-19).- Se cumplieron ocho días de bloqueos en el tramo carretero Ocosingo-San Cristóbal, a la altura de la comunidad conocida como Río Florido, protagonizados por el grupo Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Esta organización, cuyo “deporte” ha sido bloquear, botear y presionar, exige la liberación de uno de sus integrantes detenido: Javier González Díaz.
Ya lo dijimos y lo volvemos a repetir, independientemente de las acusaciones contra el detenido y la exigencia de que sea liberado, los miembros del FNLS no tienen ningún derecho de tapar carreteras afectando el libre tránsito ni a cometer actos vandálicos contra unidades particulares de empresas como Sabritas, Barcel y Bimbo. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Los hechos vandálicos del tramo Ocosingo-San Cristóbal, indispensable para la comunicación en esa zona del estado, así como para la actividad turística, se extendieron a otros lugares como Acala y Venustiano Carranza, donde el FNLS también tiene presencia.
La policía tuvo que intervenir para liberar el tránsito en estos lugares donde también fueron incendiados algunos tráilers, cuyos choferes y dueños, no tienen “vela en el entierro”.
Este jueves, después de largos días de negociación, policías estatales, ministeriales y elementos de la Guardia Nacional, estaban listos para intervenir en caso de que las palabras no fueran suficientes para convencer a los rijosos.
Al FNLS no le bastó cometer actos vandálicos y decidió retener a cinco policías que tampoco tenían nada que ver con “la bandera” que enarbola esta organización. Los “secuestraron” cuando circulaban por la carretera.
Por esos motivos es que las autoridades chiapanecas, encabezadas por el gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, quien ha sido firme en la aplicación del Estado de Derecho y el regreso de la legalidad, así como certeza jurídica, dejó claro que mediante el diálogo, todo, pero a la mala, nada…
LA LEY NO SE NEGOCIA
Ismael Brito Mazariegos, en un comunicado de medio día, advirtió a esta y otras organizaciones que pretendan lo mismo: la aplicación de la ley no está sujeta a negociación.
La ley “estará siempre firme y nunca se utilizará como forma de intercambio político, porque simplemente se estaría perdiendo la credibilidad ante la sociedad y, por ende, la gobernabilidad”, dijo clarito.
Queda claro, y a juzgar por las declaraciones del encargado de la política interior, que todo tiene un límite y, le damos la razón, si las autoridades reculan y se echan para atrás, entonces podría sentarse un mal precedente.
“…el gobierno estatal no se doblegará ante intereses particulares de un grupo que exige la liberación de su compañero Javier González Díaz y, como forma de presión, sus integrantes han realizado bloqueos a la altura del poblado Río Florido, del tramo carretero Ocosingo-San Cristóbal, y mantienen retenidos a cinco policías estatales, desde hace una semana”, afirmó Ismael Brito, quien durante el primer semestre de este sexenio ha mostrado apertura a sentarse a negociar.
Se ha reunido con maestros de grupos contrarios, con normalistas disidentes, con organizaciones campesinas, con empresarios y con distintos sectores de la vida social y política de Chiapas.
Brito Mazariegos, y lo reiteró en su informe por escrito, “no ha sido autoritario”, y por esa misma razón no se puede tolerar que un grupo intente poner de rodillas, no solo al gobierno de la 4T, sino a toda la sociedad que quiere paz, tranquilidad y circular sin miedo en las carreteras.
“No es de esta forma como se solucionan las cosas; no aceptaremos de ningún modo que se actúe fuera del marco de la ley.” Ni un paso atrás.
NO AL GANDALLISMO
Organizaciones como el FNLS y el MOCRI, por años y solapados por gobiernos a los que les interesaba tenerlos de aliados, han utilizado la “ley del garrote” para lograr sus objetivos y se han cobijado en decenas de personas que por necesidad, los siguen.
Ahora que, parece, han encontrado una administración dispuesta a no ceder a chantajes, usan la violencia para amedrentar. Ni un paso atrás.