Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (23-VII-19).- En el transcurso de la semana pasada, pero principalmente el sábado, fuimos testigos de una serie de hechos vandálicos en al menos tres carreteras del estado de Chiapas, atribuidos al Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Aunque no se tiene claridad de la razón de estas airadas protestas que, bien podrían ser legítimas, no se puede más que condenar estos ataques a las vías de comunicación.
En tiempos de la Cuarta Transformación, cuando se intenta un “cambio de régimen”, en palabras del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la apertura al diálogo y la tolerancia han quedado demostrados.
Se ha visto voluntad de las autoridades federales y estatales para sentarse a negociar con quienes tienen visiones distintas e inconformidades por la forma en que se están aplicando, por ejemplo, las nuevas políticas sociales.
Se ha negociado con el magisterio, con los normalistas, con sectores productivos y con organizaciones campesinas.
Entonces no se comprende cuál es la razón de que un grupo de integrantes de una organización como el FNLS meta ruido en la carretera Ocosingo-San Cristóbal, luego en el tramo Pujiltic-Carranza y también en la vía Acala-Chiapa de Corzo.
Las imágenes de vehículos incendiados, en estos tiempos de redes sociales y la “carretera” electrónica, “vuelan” a miles de kilómetros de distancia y lo único que se provoca es ahuyentar o meter miedo, tanto al turismo como al inversionista.
Peor todavía, si estos atentados a las vías de comunicación suceden durante un período vacacional que, hasta ahora ha sido blanco.
El rumor, que no información oficial, es que el FNLS está inconforme por la detención de algunos de sus integrantes.
De ser así, hay vías legales y hasta políticas para buscar una salida a la situación que están viviendo.
Atacar las vías de comunicación, así como a unidades propiedad de empresas nacionales o transnacionales, lo único que provocará es la respuesta firme de las autoridades, pues tampoco se puede permitir que se atente sin ningún miramiento contra el Estado de Derecho.
Siempre existe la queja de que la autoridad realizó un uso excesivo de la fuerza pública, pero cómo responder cuando los que alegan violaciones a sus derechos violentan los derechos de los demás.
Ahora que, como dice López Obrador, existen las “benditas redes sociales”, por qué no hacer uso de una herramienta como esta para denunciar lo que se tenga qué denunciar.
Como diría nuestro “cantante y poeta”, tabasqueño, por cierto, Chicho Ché, qué culpa tiene la estaca…
EN SINTONÍA
Aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) es un organismo independiente al Poder Ejecutivo, ha estado en sintonía con los nuevos tiempos y actuando con prontitud a los acontecimientos.
Por años nos hemos quejado por falta de respuesta o la lentitud de la FGE, antes llamada Procuraduría de Justicia, entonces justo es reconocer que ante lamentables acontecimientos violentos que han afectado a la entidad, ha respuesta de este organismo.
“Somos más los que queremos la paz”, dijo el titular de la FGE, Jorge Llaven Abarca, a empresarios del municipio de Palenque, con quienes se reunió recientemente.
Tiene razón, a pesar de que hay hechos violentos que laceran la tranquilidad, por ejemplo, de Tuxtla Gutiérrez, siguen siendo más los ciudadanos que quieren paz y que todos los días salen a tratar de ganarse la vida mediante el trabajo.
LO QUE SE VE NO SE JUZGA
Ante los números y la evidencia no nos queda más que decirlo. Chiapas, de acuerdo a la organización Semáforo delictivo, sigue siendo el tercer estado más pacífico del país.
Insistimos, a pesar de hechos violentos que nos revuelven el estómago, esta entidad está en tercer lugar en materia de seguridad solamente después de Yucatán y Campeche.
Un reportaje del portal nacional “Nación 321” sugiere a Chiapas al paseante, al inversionista y al mexicano, para pasear, para invertir e incluso para vivir, por los altos niveles de seguridad que se tienen.