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Columna Política «La Feria», Sr. López (08-VII-19).- La prima Meche regresó de su Luna de Miel como salió de su casa rumbo al templo en que se casó (la Sagrada Familia, colonia Roma; primeros años 60, siglo pasado); entonces no se supo, pero luego se supo. Enamorada como estaba, fue toda comprensión y cariño: su flamante esposo le explicó que tomaba una medicina para el corazón y el médico le advirtió que ‘temporalmente’, no podría consumar el sagrado vínculo sin riesgo de muerte. Pasó un mes del regreso del viaje nupcial (fueron a Acapulco, no se imagine cosas, era otro México), y la prima Meche seguía ejercitando la virtud de la caridad, atenta y delicada, amorosa y comprensiva. Pasó otro mes y le sugirió ver a otro cardiólogo. Él se sintió muy ofendido. Pasó el año… ahora el problema era psiquiátrico causado precisamente por la insistencia en el tema de la prima Meche que, sí, estaba al borde de un ataque de histeria, y encima se sentía culpable: había castrado emocionalmente a su marido y entre más le insistiera, menos podría cumplir con los deberes que impone nuestra madre natura en esas cosas. Cerca de la celebración del segundo año de matrimonio aun sin consumar, la prima Meche, apenadísima, le contó a mamá Meche, quien (enojadísima), le gritó: -¡¿Qué eres tonta?! –y con pocas palabras le explicó que, una de dos, o no “puede” o no “quiere”; y que si no podía, o no quería, era lo mismo: no servía y todo lo demás eran excusas: -Si no te cumple esta misma noche, te regresas a tu casa y lo olvidas, ¡¿qué eres tonta o qué?!… Se regresó.
Y se queda uno pensando…
O sea: el Secretario de Comunicaciones y Transportes, por las prisas, por nervios, por lo meticuloso que es, por lo que sea, pero no tiene el proyecto del aeropuerto de Santa Lucía, no tiene las licencias y permisos (en particular los ambientales), no le dijeron que eso que tenía enfrente era un cerro y sí vio un lago que no existe en Texcoco. No importa qué: no puede o no quiere. ¡Ah! y el viernes pasado explicó don Jiménez Espriú: “Estos amparos (los 147 promovidos por la colectivo #NoMásDerroches, conformado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y Coparmex), nos han retrasado un poco, esperábamos empezar a construir hace como un mes, pero no fue posible, espero que empecemos la construcción a finales de este mes” -y acto seguido, advirtió que se retrasará un año la ejecución de las obras… ¿y el proyecto y las licencias?; por lo sea, el retraso es por los amparos…y cada mes de retraso de inicio, significa un año de retraso en la ejecución (¡padre!). Lo que prefiera pero… no pueden o no quieren.
O sea: el Secretario de Educación Pública, a pesar de sus mejores deseos, de contar con el apoyo del Congreso y de haber cambiado sus oficinas a Puebla (simbólica, la mudanza será en tres años), por lo que sea, por las carreras, por tanta presión… pero no sabía que existe la CNTE, nadie le dijo cómo negocian los caballeros, nunca supo que no apoyan a Morena ni al Presidente… y la reforma de la reforma educativa, sigue atorada (ahora negocian los maestros de la CNTE personalmente, con el Presidente de la república, sin ceder en nada y tronándole los dedos). Por lo que sea, pero don Moctezuma Barragán no puede (no pudo), o no quiere (¡ni lo mande Dios!).
O sea: la Secretaria de Energía no sabía que iba a cerrar los ductos de combustibles, para que no se los roben, ni que iba a causar desabasto; no sabía que iba a decidir comprar 612 pipas (que no están en repisas del Oxxo, sino que se hacen sobre pedido, lo que significó esperarlas de enero a abril); tampoco supo que las pipas las compró a través de la misma empresa que hizo la Estela de Luz, esa denunciada penalmente en 2012 por irregularidades como la subcontratación, por ‘triangular’ 394 millones de pesos entre otras empresas, y por un posible y millonario daño patrimonial. Tampoco sabía la Secretaria de Energía que la refinería en Dos Bocas no se puede hacer en tres años con 8 mil millones de dólares (mdd), ni que los estudios del Instituto Mexicano del Petróleo dicen que cuesta casi el doble (14,700 mdd), ni que se hace en casi ocho años, ni que las empresas que invitó a licitar -las cuatro más importantes del mundo, dijeron-, iban a presentar sus propuestas muy lejos del plazo y el monto que ella informó al Presidente… ¡ah! y tampoco tienen el proyecto, ni sabe que esos terrenos se inundan, ni que hay que añadir al costo de la refinería lo que se van a gastar en construir la infraestructura adicional -ductos e instalaciones de almacenamiento-, y la remodelación del puerto de Dos Bocas para recibir buques de hondo calado; ni ha oído que el Instituto Mexicano de Competitividad le otorga un 2% de probabilidad de éxito a la refinería de Dos Bocas… como sea: no pueden o quieren a fuerza y a fuerza, ni los zapatos.
O sea: el Secretario de Seguridad (el improvisado e inefablemente feble don Durazo), no sabía que en la Policía Federal sus elementos tenían derechos laborales adquiridos, que no son militares, que ganan más que los soldados de tropa, que se necesita madrugar mucho para sorprender a un policía (digo, a eso se dedican a que no los engañen y a averiguar la verdad); ni sabía que al incorporarlos a la Guardia Nacional y mandarlos al campo, los señores comen, duermen y hacen popó… y ahora está buscando quién le fue a meter ideas a los elementos policiacos… como la pongan, alborotaron el gallinero y la Guardia Nacional nace con fórceps. No pueden, sí quieren y no saben.
O sea: el Secretario de Hacienda no sabe que el Presupuesto de Egresos es para gastarlo en lo que dice el Presupuesto de Egresos. Qué, ¿no quieren, no pueden?
O sea: la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda sabe comprar medicamentos y sabe que ya debería de estar licitando los del año que viene y están tratando de sacar a empujones el abasto actual, como se pueda y no como querían.
Ya, señor Presidente: le cumplen o los corre, usted diario, pone la cara por todos y nos explica que estamos mejor aunque parezca que estamos peor.
