Columna Política «La Feria», Sr. López (12-VI-19).- La abuela Elena (la paterna, de Autlán de la Grana; Jalisco), no se asustaba de nada y a todo llamaba por su nombre. Defensora imbatible de todas sus primas y sobrinas, porque de casadas se portaron seriecitas, aunque de solteras, muchas fueron de faldas ligeras, pero como, decía la abuela, “no hay cuernos retroactivos, el pasado de cada mujer es de ella y solo de ella, solo el presente importa a los maridos”. Igual defendía a una que otra tía que sin llenar ninguna de las formalidades civiles ni religiosas, vivían con un señor, tuvieron de él sus hijos y también se comportaban, “cada quien su vida, no dan mal ejemplo ni andan de locas, además: no conozco ninguna casada que salga de vacaciones con su marido e hijos y para hospedarse en el hotel presente copia de su acta matrimonial, ni las de nacimiento de los hijos” (antes en ese documento se hacía constar… ¡oh, tiempos!… si el hijo era “natural” o “legítimo”). Pero, en cambio una vez que alguien comentó algo nada caritativo de la tía C (por discreción, que vive y tiene bisnietos la Carlota), no defendió su prestigio y solo atajó la plática “mejor hablen de sus narices”. Curioso caso que picó la curiosidad de este menda, quien conociéndole lo brava, supo esperar los días suficientes para preguntarle a solas la razón por la que no se batió en defensa de la tía C, recibiendo una breve respuesta: -“Porque es güila” –cuzca, buscona, fulana, furcia… está claro, ¿verdad?- y ahí sí que este López no entendió la diferencia, entre tía C y el pelotón de primas y tías de chones turbo, y aclaró la abuela: -“Si a una mujer un señor le paga la renta, otro el mandado, otro las colegiaturas de los hijos, otro la luz, otro la ropa, otro los paseos, otro las medicinas y otro la peluquería, es una güila, no necesita estar parada en una esquina, aunque los atienda de uno en uno y en su casa, es güila y punto”. Pues sí…
No es uno quién para dudar de los estupendos acuerdos conseguidos de tan buena manera por los representantes de México en Washington, ahora que volvieron reventando de orgullo por haber obtenido que la alimaña Trump no nos impusiera aranceles a nuestras exportaciones a los EUA; y volvieron con un garbo como el de Neville Chamberlain, cuando regresó a Londres ondeando el papelito que le firmó Hitler asegurándole que no le haría la guerra a la Gran Bretaña, si lo dejaban engullirse Checoeslovaquia; lo que motivó al buen Neville a declarar el 30 de septiembre de 1938 que había conseguido “paz con honor; creo que la paz de nuestro tiempo”; a lo que el amargoso de Winston Churchill, seguro por envidia, le espetó al babas de Neville: “Se le ofreció elegir entre la deshonra y la guerra, eligió la deshonra, y también tendrá la guerra” (… como fue, nomás acuérdese de Londres bombardeado: con Hitler no había arreglo ni acuerdo válido).
Anticipó a usted este López (hay de otros), que, ‘de a poquitos’, se iría sabiendo a qué se comprometieron los representantes de México comandados por Marcelotzin Ebrard. Ahora resulta que estamos “a prueba”, por 45 días y a los 90, si el batracio Trump no anda de buenas, nos zambute los aranceles y ya en esas, lo que quiera (lo bueno es que a su edad y con la vida que ha llevado, seguro no levanta presión).
Desde el viernes a las 21:06 horas (tiempo de México), la Agencia Reuters informó que “(…) México recibirá a los migrantes que sean regresados ‘sin demora’ de Estados Unidos (…)”. Dicho de otra manera: rapidito acataremos las decisiones de la autoridad migratoria de otro país (los EUA, no se distraiga).
Eso, le llamen como le llamen es ser “tercer país”; o sea: no el de origen del migrante, no el de destino de él: sino un ‘tercer país’, en el que espera la decisión de las autoridades yanquis… el tiempo que ellos se tomen en decidir.
La Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación establecido por Decreto Presidencial en 1980. Ayer, su titular Andrés Ramírez, declaró: “Se piensa que al cierre de agosto serán 60 mil, según lo que informó hoy el INM (Instituto Nacional de Migración, también de la Segob), y no sería raro que rebasen los 100 mil, ese es un cálculo mío”.
Bueno, entre 60 mil y cien mil chambas menos para nosotros los tenochcas simplex… ¡ah! y si no agarran chamba, en lo que el bondadoso tío Sam decide si se los recibe o no (seguro manda por ellos, los echó de broma), acá comen, duermen, van al baño, al médico… ¿paseos culturales se podría?, digo.
Eso dice la Comar, pero la titular de la secretaría de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero, ante la insistencia de ONG’s y diversos colectivos que machaconamente dicen que México quedó de ‘tercer país’ y casi casi como extensión de las policías y autoridades migratorias de los EUA, respondió: -“No, no, no, están equivocados”.
Bueno. Debe tener razón la señora. ¿Nos haría favor de explicarnos entonces que significa recibir a los migrantes que sean regresados ‘sin demora’ de Estados Unidos? Por favorcito.
Sobra decir que este humilde tecladista no tiene la menor idea de cómo se negocia un asunto así con un contrincante así (contrincante: adversario, antagonista, oponente, opositor… enemigo, pues). Pero lo que sí sabe es que el Trump cuando ha visto a otros países dispuestos a inmolarse, con tal de no darle gusto, la piensa… pero, si los ve con las prendas íntimas no en su lugar, sino entre el índice y el pulgar… le ganan las ganas.
Insiste este menda en su absoluta ignorancia de cosa tan difícil, pero de lo que sí está seguro es que Trump es un atascado que no se tienta el corazón con quien intuye débil o asustado. No ganamos nada.
Se entiende que nadie va a declarar que esto pasó porque nuestro gobierno se puso de ‘valentón’, se entiende, pero entonces no se entiende que se hayan rajado: los yanquis durante décadas han negociado por la suave, sacando raja, sí, pero sin faltar al respeto. Por lo pronto de la 4T vaya excluyendo a Relaciones Exteriores. Puras vergüenzas.