Columna Política «La Feria» Sr. López (02-V-19).- La abuela paterna, Elena, la de Autlán de la Grana Jalisco, educó a su esposo, el abuelo Víctor, a no-macho, cosa de no creerse, tomando en cuenta que también era de Jalisco, nacido en 1901… y en esos tiempos era cosa no vista, una verdadera proeza; de buena manera y de a poquitos, porque lo quería muchísimo, pero en esa casa mandaba el sentido común, no el macho. Bueno. Educó así a sus hijos varones…y a los nietos. Como no tenía pelos en la lengua, ya llegado este menda a doncel, edad en la que era de esperarse iniciara tarde o temprano la práctica de la gimnasia rítmica en pareja (tarde fue), me leyó la cartilla: -El pasado de una mujer es de ella, no de usted, muchachito -en la familia paterna cuando se trataba un asunto serio, se hablaba de “usted”… era su modo-; si una mujer acepta estar con usted, usted hace como en el cine: disfruta la película aunque la hayan visto otros antes que usted, ¿me está entendiendo? –sí, no hacían falta detalles; siguió-: y la decencia de ninguna mujer depende de medio centímetro de pellejo… ¿sí entiende, verdad o le explico? –no, de ninguna, pero este curioso López, preguntó cuáles eran entonces las mujeres ‘decentes’; y de aire respondió la abuela-: las que no se entregan a la primera… despacito, todas hacemos lo mismo… no a la primera… todas –y remató con su consejo siempre que daba consejos a su texto servidor-: y no le diga nada a su madre, que es de tierra fría, muy de rezos y muy hipócrita. La conocía.
El Senado de república ayer, rechazó la reforma a la reforma educativa, constitucional, que le remitió la Cámara de Diputados. ¡Alabado sea el Señor!, piensa cualquier ingenuo que conozca a este país por televisión, suponiendo que es indicio de una vigorosa vida democrática tenochca. Y sí, de alguna manera lo es, porque es… despacito, pero acabarán -ya lo verá-, por amoldarse a los requiebros del Presidente de la república, como siempre hacen, todos, desde 1929, viera usted. Todos.
La Cámara de Diputados puede regresarla otra vez al Senado, sin cambios y van a estar en ese duelo de mariachis (Pedro Infante contra Jorge Negrete, en blanco y negro), hasta acabar retocando algo, simulando como siempre…y la desreforma será. Como siempre.
Dijeron algunas de las personas integrantes del Senado (nótese como se evitan problemas de ‘género’, si se pone uno abusado: ‘las personas’ y listo), dijeron, repito, que no les parece que se haya planteado esa reforma de la reforma por estar hecha por dictado de la CNTE (la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que si fuera banda norteña sería anunciada como “La Temible”). Puede ser, pero será. Como siempre.
Ricardo Monreal, el líder de Morena en el Senado, explicó (vía tuiter): “PRI, PAN y PRD decidieron rechazarla en lo particular; así, al no lograr la mayoría calificada (dos tercios de votos), sigue vigente y aplicable la aprobada en el sexenio pasado. Es decir, el Legislativo es un poder autónomo”.
Bueno, algo tenía que decir pero, como en los infames ‘infomerciales’, ¡espere!, relea bien y verá la oferta que no puede dejar de aprovechar, ¡llame ahora!: no fue aprobada “en lo particular”, porque sí la aprobaron “en lo general” (95 votos a favor –de los partidos Morena, PT, PVEM, PES, PRD, Movimiento Ciudadano ¡y PRI!-, con 25 votos en contra y 2 abstenciones (nunca falta alguien así), o sea: hay dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de artículos 3, 31 y 73. O sea, la reforma del sexenio anterior tiene expedida su acta de defunción… el voto particular… como quiera se acomodan (y faltan las leyes secundarias, que es lo mero bueno, cuando de verdad se sabe qué se va a hacer legal… si se aplica la ley, ¡cuidado!, que en este nuestro risueño país no es tampoco cosa rara que las leyes queden en puro papel).
Publicó Excelsior el día anterior, 30 de abril (nota de Héctor Figueroa Alcántara): “Partidos que habían manifestado críticas a la nueva Reforma Educativa, como el PRD o Movimiento Ciudadano votaron finalmente a favor, concediendo el beneficio de la duda para mejorar la infraestructura educativa, y la enseñanza en el país; así lo expresó el senador Samuel García de Movimiento Ciudadano (MC): ‘Corregir y dar traste a la mal llamada de 2013 de Peña Nieto y poder este Día del Niño apoyar al presidente de la República, que sepa que tiene nuestro respaldo, nuestros votos para sacar la Reforma Educativa y hacer realidad una de las más grandes promesas a nuestros niños y niños, y también hay que decirlo, a nuestros maestros’”.
Así o más claro: que sepa el Presiente que tiene su respaldo. Si sí van a entregar el palmito, para qué tanto retobo… ¡ah! porque “no son de esos”… es despacito (y de preferencia como cantaba doña María Victoria, con “cuidadito, cuidadito, cuidadito”).
De pena ajena: se legisla para apoyar a una persona (importantísima, por supuesto, tanto que integra él solo, todo un Poder de la república), pero no se legisla así, sino para el país, se supone… se suponía… no, tampoco, eso lo supone un sueco recién aterrizando en la CdMx. En México se legisla conforme a lo que ordena el Presidente del país. Punto.
Por eso, nuestra Constitución, el documento que contiene el proyecto de país, en poquito más de cien años, lleva más de 700 modificaciones… del total de 136 artículos, 22 se mantienen virgencitos… todo lo demás está muy manoseado (el texto original de la Constitución tenía 22 mil palabras, el actual ronda las 66 mil palabras, el triple… ¿qué tanto es tantito?).
El anterior Presidente, es el campeonísimo, con 147 cambios constitucionales; le siguen don Calderón, con 110; y el bolero de Ciudad Juárez, don Zedillo, con 77. Nada más esos tres presidentes, acumulan 334 modificaciones constitucionales.
O sea: nuestro Congreso, las dos cámaras federales y los congresos estatales, sí son de esos. Aunque para no perder prestigio, a la hora de hacer modificaciones constitucionales, hagan como que aprietan, cuando la verdad es que siempre las aflojan.