Columna Política «Ensalada de Grills», Por Ciro Castillo (01-IV-19).- Cada gobernante quiere dejar su huella, su sello. Y en el caso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no hay día en el que no “machaque” el tema del combate a la lucha contra la corrupción. Quiere que la gente le recuerde por ello.
Sin embargo, también, como otros gobernantes tuvieron la suya, él pretende convertir al Tren Maya, en la obra del sexenio. Más de mil 500 kilómetros de recorrido sobre vías férreas partiendo de Palenque, Chiapas, pasando por Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
A simple vista, el Tren Maya suena como el proyecto que detonará todo el potencial turístico que deporsí tiene esta región que cuenta con bellezas naturales y vestigios arqueológicos, que son patrimonio mundial.
Sin embargo, uno de los aspectos más cuestionados ha sido el impacto ambiental que tendrá en la región, pero también las afectaciones culturales y sociales que pudiera traer la obra del sexenio. Aún hay dudas.
TRES POR UNO
Para tener una opinión neutral respecto al Tren Maya, entrevistamos vía telefónica a la peruana, Ross Barrantes Serrano, Licenciada en Derecho y Maestra en Derecho Constitucional, quien ha trabajado en su país con temas de impacto ambiental y asuntos de multiculturalidad en comunidades indígenas.
De acuerdo con la experiencia adquirida durante sus estudios en Perú, la especialista advierte que es de suma importancia que haya una consulta previa bien planeada y ejecutada entre las comunidades indígenas por donde pasará el Tren Maya.
Cuenta que en su país la actividad ferroviaria que comenzó desde 1839, no se ha basado solamente en una vertiente. Es decir, además de que son trenes turísticos, también realizan servicios de carga y pasaje.
El tren debe ser visto por las comunidades como un elemento de desarrollo, porque “no se trata de que la gente venda artesanías, eso sería un insulto.”
“En el caso de Perú (el tren) sirvió como una forma de conexión con las ciudades grandes… los trenes generan menor impacto ambiental que las carreteras, pero tienen que trabajar mucho en la consulta”, dice desde Ciudad de México.
La abogada prefiere no afirmar que el Tren Maya sería un fracaso si únicamente se enfoca en el turismo porque no conoce bien los detalles ni el contexto; acepta, a pregunta de este “tecleador”, que sí hay riesgos.
Hasta ahora el gobierno mexicano ha indicado que el Tren Maya se enfocaría en las tres vertientes, turismo, carga y pasaje, pero aún existe cierta incertidumbre de la que aún es vista, sobre todo después de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como ¿la obra del sexenio?
¿QUÉ INDICA LA OIT SOBRE UNA CONSULTA PREVIA?
Ross Barrantes sugiere que México se apegue al Convenio 163 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para llevar a cabo una consulta previa, y así evitar conflictos sociales que podrían derivar en episodios nada agradables.
En él se establece que “es el derecho de los pueblos indígenas u originarios a ser consultados de forma previa sobre las medidas legislativas o administrativas que afecten directamente sus derechos colectivos, sobre su existencia física, identidad cultural, calidad de vida o desarrollo.”
Retomado por el Perú y convertido en una Ley de Consulta Previa en 2011, el Convenio OIT establece varios principios para llevar a cabo una consulta: la oportunidad, la interculturalidad, la buena fe, la flexibilidad, el plazo razonable, la ausencia de coacción y la información oportuna.
Ahora sí que, como decía Don Roberto Coello en su Bitácora de algunos ayeres, veremos y diremos…
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