enero del 2019.- Bayer, el poderoso grupo farmacéutico y químico alemán, ha anunciado que tiene previsto suprimir 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo hasta finales de 2021, la mayoría de ellos en Alemania. El severo recorte de la plantilla forma parte de un plan destinado a mejorar la eficiencia del grupo y se llevará a cabo en el negocio de la producción de cultivos y en las funciones corporativas generales.
La cifra de 12.000 despidos equivale casi a un 10% de la plantilla de la compañía en todo el mundo, formada actualmente por 118.200 empleados. Unos 4.100 empleos serán recortados en el negocio de semillas, y otros 6.000 en funciones corporativas y en plataformas de varios países.
El grupo, que tiene su sede en la ciudad de Leverkusen, señaló que el objetivo prioritario es aumentar la productividad y la rentabilidad y aumentar, asimismo, la competitividad del grupo, además de generar contribuciones anuales de 2.600 millones de euros, incluidas las sinergias previstas de la adquisición de Monsanto en 2022. Parte de este dinero será reinvertido en los negocios considerados estratégicos por el grupo.
Entre otras medidas la compañía tiene la intención de retirarse del negocio de la medicina veterinaria. También quiere vender las marcas Coppertone (cremas solares) y Dr. Scholl (cuidado de los pies) y su participación del 60 por ciento en el proveedor alemán de servicios de instalaciones químicas Currenta , que explota tres plantas químicas en Alemania.
«Estos cambios son necesarios y establecerán nuevas bases para Bayer, le permitirán mejorar sus rendimientos y su flexibilidad», dijo Werner Baumann, el consejero delegado del grupo.
Según informaciones de la prensa económica alemana, Bayer está inmerso en una lucha con varios frentes. En Estados Unidos, tras la adquisición de Monsanto, el grupo se ha enfrentado a numerosos litigios relacionados con el glifosanto. Los demandantes alegan que la empresa estadounidense Monsanto, adquirida por Bayer, vendió glifosato, un carcinógeno, y no proporcionó suficiente información sobre su nocividad.
Bayer ha rechazado con firmeza estas alegaciones, aún así las acciones de la empresa cayeron en picado por estas acusaciones. A finales del mes pasado, la filial estadounidense se enfrentaba a 9.300 casos relacionados con el uso del glifosato. Pero Bauman, el consejero delegado del grupo, ha seguido confiando en la integración de Monsanto y, aunque reconoció que podrían presentarse más demandas, reiteró que Bayer «se defenderá con todos los medios disponibles».
Según el periódico Handelsblatt, el comité de empresa de Bayer ya había expresado su preocupación por la situación del empleo en la empresa en octubre y había pedido seguridad a largo plazo más allá de 2020.