15 de noviembre del 2018.- Djerba y la mayoría del litoral de Túnez enfrentan un nivel de presión ambiental sin precedentes debido al cambio climático, que se agrava por el hecho de que las actividades humanas y las economías locales dependen en especial de los ecosistemas costeros
El aumento del nivel del mar ya se hace sentir en las zonas costeras bajas de Túnez, lugar que alberga a más del 60% de los habitantes del país y sobre el 80% de la actividad económica. El aumento del nivel del mar está dañando las formaciones acuíferas del litoral y otras reservas de agua subterránea, lo que afecta la agricultura y tiene graves consecuencias para la economía y el desarrollo nacional.
Con el apoyo financiero del Fondo Especial para el Cambio Climático perteneciente al Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Ministerio de Asuntos Locales y Medio Ambiente y la Agencia para la Protección y el Desarrollo de las Costas implementan un proyecto orientado a abordar las vulnerabilidades y los riesgos frente al cambio climático en las zonas costeras vulnerables de Túnez.
La región costera constituye la columna vertebral de la economía tunecina, pues en ella se desarrolla una importante actividad agrícola, la industria y allí se encuentran los puertos que dan acceso a los mercados externos. Se la considera también una importante reserva de agua para todo el país, con acuíferos costeros que representan más del 50% de los recursos de aguas subterráneas poco profundas. Es por ello que el gobierno de Túnez ha establecido el aumento del nivel del mar y el desarrollo costero como una de las máximas prioridades para las medidas de adaptación.