16 de octubre del 2018.- Más de 1000 millones de personas se han desplazado internamente en los países en desarrollo, una cifra muy superior a los 248 millones de migrantes internacionales que había en 2015, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2018 presentado este lunes en Roma, destaca que el 80% de esa migración interna está conectada con el abandono del medio rural para instalarse en las ciudades.
Por ese motivo, la FAO recomienda que las políticas migratorias no se orienten a reducir o acelerar los flujos de personas, sino que sirvan para aumentar la contribución de la migración rural al desarrollo económico y social.
El cambio climático
Los desplazamientos debidos el cambio climático aumentan un 60%. La media de personas que ha tenido que abandonar su hogar debido a sequías e inundaciones desde 1970 es de 26,4 millones por año, explica el director adjunto de la división de economía del desarrollo agrícola de la FAO, Marco Sánchez-Cantillo.
El experto explicó las tres principales causas de la migración internacional y señaló que también se pueden aplicar a la migración rural.
“Por un lado, tenemos el aumento en el número de conflictos y de crisis prolongadas que se ha traducido en 7 millones de refugiados adicionales desde 1990; en segundo lugar, los eventos climáticos, como las sequías e inundaciones, que incrementan la probabilidad de desplazamiento en un 60% desde la década de los 70, desplazando una media de 26,4 millones de personas por año entre los años 2008 y 2015; por último, las personas se mueven en búsqueda de mejores oportunidades: empleo, mejoras en la educación, mejores servicios…”.
Migración rural e internacional
El estudio destaca que las corrientes de migración internacional e interna comparten algunos factores: por ejemplo, en los países de bajos ingresos, los migrantes internos tienen una probabilidad cinco veces mayor de migrar a otro país que las personas que no se han desplazado.
El informe remarca que, en las regiones en desarrollo con altas tasas de urbanización, la migración rural representa al menos el 50% de todos los movimientos internos. En el África subsahariana, la proporción es superior al 75%.
La migración ha de ser optativa
Según las recomendaciones del reporte, los países en desarrollo han de centrarse en promover oportunidades de empleo en los diferentes eslabones de producción agrícolas para proporcionar trabajo a las comunidades rurales cercanas a su lugar de residencia.
Por ejemplo, en los países con problemas de empleo juvenil es “esencial” crear oportunidades de empleo decente tanto dentro como fuera de la explotación agrícola en las zonas rurales, facilitándose a su vez una migración ordenada.
Costos y beneficios de la migración
El informe también resalta la importancia de la migración rural como un elemento “esencial” para el desarrollo económico y social tanto en los países de destino como los de origen.
En primer lugar, puede significar un beneficio para los propios migrantes ya que cuentan con mayores ingresos, acceso a mejores servicios sociales y mejores condiciones de subsistencia, educación y nutrición.
En segundo, los migrantes pueden contribuir al desarrollo de sus países de origen mediante el envío de remesas. Por otro lado, en los desarrollados, ayudan a cubrir la escasez de mano de obra en actividades agrícolas que son difíciles de mecanizar, “como la recolección de fresas en California”, apunta Sánchez-Cantillo.
Sin embargo, la integración puede plantear desafíos tanto para los inmigrantes como para los países de acogida.
Una de las opciones apuntadas para resolver este problema es la aplicación y el cumplimiento de los planes y programas para proteger los derechos laborales de los migrantes como forma de contribuir a mejorar sus condiciones de trabajo.
Finalmente, el reporte destaca que las prioridades de las políticas relativas a la migración rural dependen de los contextos de cada país. Así se diferencia entre las naciones en situaciones de crisis prolongada, los países en transición económica y demográfica, y los países desarrollados que necesitan trabajadores migrantes.