Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (25-IX-18).- En verdad que no hay a quien creerle, si al presidente electo Andrés Manuel López Obrador o a quienes serán parte de su gabinete, pero en ambos casos están como la Chimoltrufia, como dicen una cosa dicen otra y no quien les entienda.
El “Iluminado” que se siente Mesías y que será presidente de México por seis años, prometió muchas cosas en campaña como bajar los precios de la gasolina y el gas, solo un ejemplo, y sucede que Rocío Nahle, futura secretaria de Energía, dijo que el Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) de las gasolinas va a mantenerse igual, porque si se modificara, los estados petroleros van a perder presupuesto por recaudación.
En entregas anteriores ya habíamos comentado y no se necesita ser sabio para entenderlo, pues los precios del petróleo se rigen por los mercados internacionales, así que bajarlos fue un engaño de López Obrador pero millones de mexicanos le creyeron.
El “Iluminado” prometió que al día siguiente de su toma de protesta iba a construir refinerías, veremos si lo cumple
La propia Nahle recordó que “el precio de las gasolinas lo puso una reforma energética que nos guste o no, ahí está” y advirtió que se está construyendo hacia adelante, “porque si no, nos entretenemos y no avanzamos; vamos a ir subsanando lo que se tenga que subsanar”, pero no dice cómo le van hacer para subsanar ni qué se va a subsanar.
También dará a los mexicanos atole con el dedo.
Es una ilusa al señalar que la gasolina que se importe de cualquier parte del mundo va a tener que competir con los precios que México pueda ofertar, pues en ese rubro nuestro país es tercermundista y a lo mejor sí habrá voluntad política del nuevo presidente, pero quedará en eso: En voluntad nada más.
Muchas promesas que hizo López Obrador no se cumplirán, y otras se cumplirán a medias y ya no tendrán pretextos para culpar a nadie de su fracaso y el nuevo jefe de la mafia en el poder tendrá que aceptarlo, pero como es un soberbio, no faltará a quien echarle la culpa.
La tragedia de Peribán
Muy lamentable lo ocurrido en la cabecera municipal de Peribán, donde según reportes son seis las personas muertas, entre ellas cuatro menores de edad y aún hay ocho desaparecidos por el desbordamiento de dos ríos.
Contra la madre naturaleza nadie puede, pero muchas veces la fiebre del llamado oro verde y la ambición invaden al hombre y sin pensarlo cambian el uso del suelo para el cultivo de aguacate trayendo como consecuencia la deforestación que ocasiona el cauce de ríos y arroyos que pueden causar desastres como el ocurrido en esta municipalidad.
El gobernador Silvano Aureoles Conejo, como era su deber, acudió al lugar siniestrado y encabezó personalmente las acciones de atención a las familias afectadas por las inundaciones en Peribán, y tras recorrer las zonas siniestradas giró instrucciones para seguir brindando todo el apoyo inmediato y necesario para las víctimas.
«No los vamos a dejar solos” fueron sus palabras
“Perdí toda mi cocina, mi cuarto, la mesa, las sillas, todo, no me quedó nada. Esperamos la ayuda de usted y de las dependencias, que vemos que están ahora aquí presentes”, expresó María de los Ángeles Ávalos Mejía, una de las personas afectadas.
“Yo sí veo bien que busquen reubicarnos en un lugar parejo, con las condiciones adecuadas para vivir, con viviendas dignas como lo dice el Gobernador” dijo Domingo Guerrero Romero, quien se encuentra en el albergue junto con su esposa e hijos.
Las palabras de aliento del Gobernador se hicieron llegar a cada una de las casas que visitó, mientras que las personas damnificadas mostraban cada rincón de su hogar al mandatario, con lo que pudo constatar de primera mano las necesidades particulares de cada familia y así poder darles solución.
El lugar era desolador.
Los familiares de los desaparecidos lloraban mientras trataban de encontrarlos con el apoyo de los vecinos que se unieron a la causa, y a la vez, rescatistas y personal militar busca afanosamente con la esperanza de encontrarlos con vida.
La ayuda para los damnificados no se hizo esperar y empezó la llegada de víveres y enseres, pero sobre todo palabras de aliento y consolación.
No hay palabra para describir lo ocurrido en Peribán.
Lamentablemente hay políticos que quieres sacar raja, tal es el caso de los diputados locales del Partido del Trabajo quienes estarán “pendientes” de las necesidades de las familias afectadas. Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo, en lugar de enviar sendos comunicados deberían emprender acciones y no solo quieran aparecer en la foto y ganar un espacio en los medios.
Qué bueno que acuda a la zona con una brigada de voluntarios del municipio de Uruapan para apoyar, pero ya se le adelantó el Ejército Mexicano y el gobierno del estado quienes acudieron con prontitud al lugar, algo que los legisladores petistas no hicieron en su momento invitó a los tres órdenes de gobierno para que actúen de manera inmediata y se trabaje de manera pronta y expedita en el auxilio de los pobladores de este municipio.
Le verdad que la petista está atrasada, pues los tres niveles de gobierno desde el momento de la tragedia acudieron pronta y expedita al lugar de los hechos para apoyar y además siguieron todos los protocolos de Protección Civil, pues Carlos Mandujano no es nuevo ni tampoco improvisado en ese rubro.
No deben estos diputados partidizar, la tragedia como es su costumbre y mejor pónganse a legislar y dejen que las autoridades hagan su trabajo. ¿No cree usted amable lector?