Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (23-VII-18).- Sin duda alguna que el pasado proceso electoral se vio marcado por la violencia electoral en casi todo el país, levantones y ejecuciones de candidatos de la mayoría de los partidos políticos fueron una constante, y Michoacán no fue la excepción.
Pasados los comicios, la violencia postelectoral ha surgido y el estado de Michoacán se volvió a enlutar tras la ejecución del morenista Eliseo Delgado Sánchez, presidente municipal electo en el municipio de Buenavista Tomatlán, la semana pasada, el hecho casó indignación en la región de Tierra Caliente, la misma en donde el diputado Sergio Ochoa Vázquez ha hecho esfuerzos para desterrar la violencia, llevar inversiones y que tenga un nuevo rostro ante la comunidad nacional e internacional.
Las reacciones de la clase política no se hicieron esperar, el Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Víctor Silva Tejeda condenó el asesinato de Delgado Sánchez, y lamentó que pasado el proceso electoral prevalezcan situaciones de violencia e inseguridad y se pronunció porque las autoridades encargadas de procurar justicia actúen de manera inmediata para esclarecer los lamentables hechos y permitan dar con él o los responsables de los lamentables acontecimientos.
Silva Tejeda pidió a las autoridades no bajar la guardia en temas de seguridad y gobernabilidad y garantizar un clima de bienestar y orden a la ciudadanía en general y se manifestó porque los michoacanos puedan vivir en paz y que las familias de los michoacanos no tengan que estar pasando por estas situaciones que afectan a la generalidad.
Pero no faltó quien montara todo un show para sacar raja política de este lamentable suceso, pues el senador electo por MORENA, Cristóbal Arias Solís, se trasladó a la zona de la Tierra Caliente de Michoacán con un amplio contingente de militantes de Morena y representantes de medios de comunicación.
¿Cuál fue la intención? Nada más y nada menos que llamar la atención, pero no se vale que lo haga a costa de la desgracia ajena.
Quien fue muy discreta, contrario a Arias Solís, fue la senadora electa Blanca Piña Gudiño, quien junto con una grupo de legisladores condenaron el asesinato de Eliseo Delgado y se sumó a la violencia que marcó el proceso electoral, lo cual resulta intolerable. Es urgente que el Gobierno del estado que encabeza Silvano Aureoles Conejo y el gobierno federal, cumplan con su responsabilidad de poner fin a la ola de violencia que vive la población de Michoacán, especialmente en la zona de Tierra Caliente, y es urgente que garanticen la seguridad para las familias michoacanas.
Tras este trágico suceso, el gobernador Silvano Aureoles Conejo, como siempre, encabezó la sesión del Grupo de Coordinación Michoacán en esa localidad, según eso para diseñar un plan integral de seguridad en esta región, lamentablemente de poco o nada han servido.
Y como siempre, puras lamentaciones y promesas de que no se bajará la guardia; por el contrario, el reforzamiento en la seguridad permitirá ubicar y detener pronto a más objetivos prioritarios, etc.
«El gobierno no se detendrá ante quienes intentan vulnerar a las instituciones. Hasta donde estén iremos por ellos con toda la fuerza del Estado y en plena coordinación con las autoridades federales, estatales y municipales», la misma cantaleta ante los hechos violentos, o como se dice: “Mucho ruido y pocas nueces”.
Palabras y más palabras.
Sin embargo, se dijo que en los trabajos de investigación llevados a cabo hasta este momento han permitido identificar a los autores del homicidio del alcalde electo, por lo que ya se trabaja en su ubicación y captura para llevarlos ante la justicia.
Ojalá y sea así, pero hay más casos que no han sido resueltos y no deben ser olvidados.
Aunque tampoco no todo ha sido ineficacia, se ha trabajado y hay que reconocerlo, pero la sociedad requiere más acciones.