07 de junio del 2018.- Los fallecidos por las erupciones del Volcán de Fuego en Guatemala ya ascienden a 99, pero al menos 197 personas siguen desaparecidas. Más de 12.000 personas han sido evacuadas. Las agencias de la ONU atienden a los desplazados en albergues.
Mira, una mujer de 37 años, lo ha perdido casi todo tras la erupción del Volcán de Fuego, en Guatemala. “El suelo aún se siente caliente y la milpa que era nuestro sustento y que alimentaba a mis hijos, quedó sepultado bajo la arena del volcán. Lo único que me da fuerzas para seguir es que mis hijos están con vida”.
Ahora se encuentra, junto a su esposo y tres hijos de 9, 5 y 2 años, en el albergue del Instituto Simón Bergaño y Villegas, en Escuintla, donde actualmente hay unas 300 personas y donde un equipo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pudo conocer su historia.
El domingo, antes de la erupción, su esposo Selvin estaba a punto de salir a jugar fútbol y cuenta que los ruidos del volcán parecían ser los mismos de siempre. “De repente cuando salí de casa se puso una nube negra y todo lo que veía era humo, ahí supe que lo que pasaba no era normal. Agarramos lo que pudimos, tomé a mis hijos y salimos hasta la iglesia. En el camino, el humo ya no dejaba ver nada y llovía mucha arena y ceniza, veía gente llorando mientras corrían, mis hijos asustados me decían que no querían morir.”
Ellos son parte de las más de 12.000 personas que han sido evacuadas en Guatemala. El volcán de Fuego, a unos 50 kilómetros de la capital, continúa soltando lava, piedras y nubes de cenizas. La cifra oficial de víctimas se mantiene en 99, pero al menos 197 siguen desaparecidas. Hay 58 personas heridas. “Los que tienen quemaduras más graves han sido evacuados a México y Estados Unidos para ser atendidos”, explica Oscar Barreneche, el representante de la OPS en Guatemala. Según un análisis preliminar a partir de imágenes de satélite, un total de 411 viviendas se encuentran dentro del área afectada por las erupciones.
Las tareas de rescate tuvieron que suspenderse el miércoles por la noche debido a las nuevas erupciones.
Más de 3000 personas se refugian en albergues
La ONU está visitando los 21 albergues donde se refugian las más de 3900 personas desplazadas para evaluar las necesidades humanitarias de las personas afectadas, que son más de 1,7 millones.
El equipo de coordinación humanitaria está formado por 60 expertos de la ONU, ONG y organizaciones del Gobierno de Guatemala y otros países.
El equipo está proporcionando kits de higiene, colchones y mantas, entre otros. La Organización Panamericana de la Salud donará, además, un equipo de análisis de agua y material estéril para tratar las quemaduras.
“Los albergues están improvisados en escuelas, iglesias… así que la prioridad es que tengan las condiciones adecuadas y responder a problemas de salud. Hay niños, embarazadas, personas con enfermedades como hipertensión y diabetes que necesitan apoyo”, explica Barreneche.
Otra prioridad es dar ayuda psicológica a los supervivientes. “Nos relataban que los niños se ponían a llorar cuando escucharon la lluvia porque lo asociaban con la lluvia de cenizas de la erupción”, dice. Hay psiquiatras y psicólogos atendiendo en los albergues y en la morgue de Escuintla.
Además de las agencias humantiarias, la población de Guatemala se ha volcado en llevar ayuda a los damnificados. “Es una respuesta de solidaridad y apoyo enorme. Hay muchas organizaciones que han prestado voluntarios para ir a apoyar a los niños”, relata el representante de la OPS. “Ahora hay que organizar este apoyo y para que se mantenga durante el tiempo necesario”, aáde, ya que muchas de las personas que han perdido sus hogares pueden tener que permanecer en albergues durante una temporada.
Las agencias también están preparadas por si hay más erupciones que provoquen nuevas evacuaciones. “Además, los detritos del volcán se acumulan en las barrancas y, como estamos en pleno periodo de lluvias, se pueden crear otras situaciones de emergencia” como el descenso de lahares. “No se puede predecir, pero se está observando muy de cerca.
Los representantes de las agencias de Naciones Unidas se reunieron con el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, quien agradeció el apoyo y la solidaridad de la comunidad internacional.