Artículo de Fondo «Repercusiones», Por Samuel Maldonado B. (01-IV-18).- Es el grito de guerra que sale desde Los Pino y que es escuchada principalmente en los búnker de los partidos Acción Nacional, del Revolucionario Institucional, del de la involución Democrática y, desde luego en otros bunkercito[1]s controlados supuesta-mente por quienes aspiran y suspiran por llegar a sentarse en la silla presidencial, misma que por la indolencia de quien la ocupa, está pá tirarse a la basura, tal como sucedió, se dice, en Fuente Ovejuna.
Los tres aspirantes coleros quienes aun cuando no lo digan, van como Fernán Gó-mez, Comendador Mayor de la Orden de Calatrava sin escrúpulo alguno van contra el candidato que, en su tercer intento, va punteando con un margen de ventaja, misma que los estudiosos en materia de encuestas y loterías, consideran que difícilmente lo puedan abatir.
En el Teatro Nacional! viene desarrollándose esta dramática pero necesaria come-dia, en la que se dilapidarán miles de millones de pesos que llegarán a las manos de los industriales de la comunicación, de grandes impresoras, que podrían ahorrarse y usarse en paliar algunas de las múltiples necesidades que tiene nuestra Fuente Ovejuna.
En los tres meses siguientes, encabezado por quien no ha sabido arreglar la silla rota, el inquilino de los Pinos, la usa para emitir sus demenciales sueños de Ejecutivo y atacar al candidato de Morena, por lo que en respuesta, militantes de este partido, comienzan tempranamente a analizar lo que se puede hacer con la residencia de Los Pinos, pues ya el candidato presidencial con mayor tendencia a ganar las elecciones, Andrés Manuel López Obrador, ha indicado que él no habitará esa residencia.
Por lo anterior, un grupo de “neo morenistas” encabezados por Tatiana Clouthier ha comenzado una campaña para buscar el mejor uso que se le pueda dar a esa lujosísima residencia, ubicada en una extensa área del bosque de Chapultepec.
Cabe recordar que prácticamente dos siglos antes, el Imperio Mexicano tuvo su sede en ese hermoso palacio, mismo que al triunfo de la República albergó a los cadetes del Heroico Colegio Militar. Fue mandado construir por el virrey Bernardo de Gálvez, entre los años de 1774 -1788 y, muchos años después de la invasión norteamericana, , estando en desuso, se instaló, el Observatorio Astronómico de México, mismo que duro en esas instalaciones poco más de cinco años y, nuevamente, fue ocupado por el H. Colegio Militar. A partir de 1944, ha sido sede del Museo Nacional de Historia.
Como es del conocimiento público, en el año de 1934, el General de División Lázaro Cárdenas fue candidato presidencial y ya declarado presidente no quiso residir en el Palacio de Chapultepec y tengo entendido, fue a vivir a una modesta residencia que el mismo denominara con el nombre de “Los Pinos” en recuerdo de su relación amorosa con Doña Amalia.
Andrés Manuel López Obrador ha dejado saber que de ganar la actual contienda a la Presidencia de la República, “no habitará la residencia oficial”, sino que esta moderna y lujuriosa construcción será utilizada para mejores causas. Dio a conocer que, posiblemente, se transforme en un gran centro cultural, en donde la gente pueda acceder y pueda recrearse con exposiciones varias y, conciertos musicales, que ya lo dan los miles de pájaros de esa área de recreación de casi 50 hectáreas.
en salas de conciertos,.
A “Los Pinos” se les habrá de encontrar un mejor uso recreativo para los mexicanos en lo general. En fin, para encontrar un mejor uso de esta gran residencia, Tatiana Clouthier será la responsable del proyecto general. ¡Asi sea!.