Artículo de Fondo ¡Peligro?, Por Tatiana Clouthier (22 de marzo del 2018).- Hechos recientes me motivan a continuar con la publicación de mis reflexiones, especialmente después de asumir la responsabilidad de coordinar la campaña de AMLO. Considero y me propongo ser lo más objetiva posible en mis argumentos.
Así las cosas, me veo obligada a retomar algunos comentarios de un artículo de la semana pasada de Héctor Aguilar Camín, quien expone que:
Andrés Manuel no es un peligro para México, pues no lo convertirá ni en Venezuela ni en dictadura.
Pero luego intentar manipular el subconsciente colectivo y, de manera engañosa, ‘hacer sopa de restos podridos’, al afirmar que el peligro consiste en un gobierno a partir de la confrontación.
Aguilar Camín olvida que Andrés ya gobernó la Ciudad de México y lo hizo bastante bien. Los desaciertos propios de quien gobierna una de las ciudades más pobladas del planeta, podemos discutirlos.
¿Confrontación? López Obrador logró converger y desarrollar la inversión pública-privada, inversión proveniente de capital privado mexicano y extranjero. Durante su gobierno no se aumentaron impuestos, se utilizó el gasto público en beneficio de la calidad de vida de los capitalinos, se reconstruyó el Centro Histórico y se atendió uno de los principales problemas de la Ciudad de México mediante la construcción de los segundos pisos sin costo para el usuario.
Muchos de los desencuentros entre Vicente Fox y Andrés Manuel fueron consecuencia de las múltiples, irresponsables y hasta infantiles actitudes del entonces presidente, al levantarse un día sí y otro también retando, molestando y criticando al Gobierno de la Ciudad de México, como si este fuera el problema número uno del país en lugar de centrarse en atender la problemática nacional.
La inmadurez de Fox y la mano de Martita impidieron la colaboración entre el gobierno federal y el gobierno de Andrés Manuel para combatir el crimen en conjunto, como corresponde. Aun así, eso no impidió que en la ciudad se redujeran los índices de homicidios con armas en más de 40 por ciento, de 500 a 300 al año.
Si algo ha construido Andrés Manuel son puentes, ha abierto puertas a quien esté dispuesto a desarrollar a México sin corrupción y sin simulaciones. López Obrador logró que a través de la cultura y apoyos a los más desprotegidos, la sociedad se hermanara y conviviera en los lugares públicos sin temor de unos a otros.
Aguilar Camín etiqueta a AMLO y se regresa a 2006, al pasado. López Obrador, en cambio, mira hacia el futuro, enfrenta los retos de nuestro país y ofrece una vía democrática y pacífica de renovación nacional. Aguilar Camín niega al ser humano la posibilidad de cambiar y evolucionar. Segura estoy que el mismo Aguilar Camín quedó transformado al reencontrarse con su padre, quien lo había abandonado de joven, cerrando así una herida que marcaba su corazón.
Héctor, te exhorto a que ahora abras tu mente y reconozcas el crecimiento personal, político y social de López Obrador, al igual que la madurez de los mexicanos para acudir a las urnas y cambiar al país, primero por la vía electoral y luego en la suma de esfuerzos y talentos. Andrés es un hombre que ha aprendido de sus experiencias y del camino por la vida. Los mexicanos también hemos aprendido de las duras experiencias generadas por gobiernos corruptos y cínicos. El único peligro para México: repetir al PRIAN.
¡Tu inteligencia te demanda mejores argumentos, recibe un cordial saludo!
Con información de El Financiero.com