Tarímbaro y Morelia gobiernos fallidos

*Tarímbaro y Morelia gobiernos fallidos.

*Poncho Martínez promesas y negocios particulares.

Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (14-XII-17).- Los municipios de Morelia y Tarímbaro, donde los alcaldes Alfonso Martínez Alcázar y Baltazar Gaona Sánchez gobiernan, son gobiernos fallidos, ambos personajes son mentirosos, prometieron mucho y nada han cumplido a quienes les dieron el voto de confianza.

En Tarímbaro, Baltazar Gaona Sánchez ha sido cuatro veces presidente municipal, se ha convertido en el cacique político desde que militara con el PRI, después con el PRD, luego Morena con quien está coqueteando porque quiere reelegirse y en caso de no lograrlo postulará a su hijo Mario a la alcaldía, es un personaje sin convicciones que compra a la gente humilde con unos cuantos pesos, y esa práctica la inicia con los niños y jóvenes, además de hacerse compadre de todo mundo con tal de conseguir sus fines personales, es un hombre que en un año se gasta más de 40 millones de pesos en viáticos.

Cuando anduvo en campaña por el PT, prometió grandes obras, mayor seguridad, vivienda, hospitales, pavimentación de calles, entre otras cosas, a la fecha nada ha cumplido ganándose el repudio e sus habitantes. El político de más de 80 años sigue empeñado en seguir manejando el municipio a su antojo a través de su hijo Mario quien a inicio de su administración lo designó Jefe de Gabinete y es quien realmente gobierna, porque Don Balta, como le llaman, es un adorador del Dios Baco y prefiere quedarse en su rancho a disfrutar de las mieles del alcohol junto con sus amigos que le festejan todas sus ocurrencias y payasadas.

Baltazar Gaona Sánchez, actual alcalde del municipio de Tarímbaro, Michoacán es el clásico cacique político, dueño de tierras y muchos negocios y voluntades. Con este nuevo mandato van cuatro veces que ha sido presidente municipal.

Sus tres administraciones anteriores fueron muy cuestionadas por sus propios gobernados. El cuatro veces alcalde de Tarímbaro, se ha consolidado como todo un cacique en su municipio, que incluso impone a sus sucesores, y ostenta en su historial una serie de señalamientos en su contra, unos muy graves y otros que ya forman parte del anecdotario político de Michoacán.

Lo curioso es que pese a que nada cumple de lo que promete, los tarimbenses sigue votando por él, pese a tener un gobierno fallido en inseguridad, nulidad de obras y malos funcionarios, hay algunos que siguen confiando en él porque los compra con dádivas, incluso se dice que en su administración tiene en la nómina a personas de organizaciones afines al PRI, del PRD y PT con tal de mantener el control político.

Así se las gasta Don Balta, quien gobierna un municipio controlado por huachicoleros, donde abundan las tomas clandestinas de combustible, incluso, algunos que se dedican a la venta de pulque, dicen que les es más redituable vender combustible robado que seguir con el negocio del pulque y curiosamente la policía municipal nunca ha detenido a nadie por esta actividad ilícita, es el ejército mexicano y policía federal quienes han inhabilitado tomas clandestinas, detenido y asegurado combustible, al parecer este alcalde prefiere no meterse en problemas y se rige por la impunidad y su problema más grave es la inseguridad, según denuncias de habitantes del municipio huachicolero.

Otro alcalde que no canta mal las rancheras es el de Morelia, “Poncho Pinocho Martínez”, como le dicen y que ha sido el peor que han tenido los morelianos en toda su historia y que justifica su incapacidad debido a la falta de dinero para cristalizar el desarrollo de sus proyectos y propuestas de campaña y de sus fracasos culpa a todo mundo.

Poncho Pinocho, prometió, como todos un gobierno diferente y la gente esperaba más de este ex panista pero desde que asumió la presidencia municipal ha sido una decepción y una pesadilla como alcalde y sus “acciones” de gobierno han generado un bajo crecimiento del municipio, pero como político no quiere darse cuenta de su fracaso.

El alcalde independiente ya no lo aguantan más los morelianos quienes ya no se chupan el dedo y saben perfectamente que Poncho ha hecho un pésimo trabajo y junto con su pandilla ha cavado su tumba política y pasará a la historia como el presidente municipal más repudiado y odiado por los morelianos.

Poncho ha decepcionado a los morelianos y el cínico paga a una empresa de México 140 mil pesos mensuales para mejorar su imagen, la cual está por los suelos, pero fue muy rápida la desilusión de su gabinete conformado de panistas y ex panistas que tienen los mismos vicios, que son abusivos y prepotentes como Jesús Avalos Plata, secretario del ayuntamiento y Antonio Plaza Urbina, secretario de Efectividad e Innovación.

La verdad el gobierno independiente de Alfonso Martínez es una farsa y en las oficinas existe una mala administración, pese a la famosa “reingeniería”. Jamás en la historia de Morelia había gobernado un personaje tan repudiado por sus gobernados, sobre todo porque votaron con la esperanza de un cambio. Hoy quieren un cambio, pero de presidente porque ya no aguantan los abusos, las mentiras y las arbitrariedades de Alfonso Martínez Alcázar, mejor conocido como Poncho Pinocho, Lord predial o Lord negocios.

Inseguridad: Lastre de Poncho

Uno de los lastres de esta administración es la inseguridad en la que tiene sumida el alcalde independiente a Morelia, amén de otros problemas graves, pero la inseguridad sigue aumentando día tras día pero ello parece ni importarle pese a las quejas de los morelianos. Mire usted, Morelia sigue siendo el municipio más peligroso del estado, ello tras conocerse las cifras del estudio que mes con mes la organización denominada Semáforo Delictivo.
El alcalde le miente a los morelianos al decir que la inseguridad se ha reducido porque tiene una policía calificada. Le miente a los morelianos porque su policía es la más ineficaz y en lugar de brindar seguridad se dedica a extorsionar y quitar placas y detener indigentes.
Así se las gasta Alfonso Martínez. Su muerte política está más cerca de lo que piensa.
Los mismos morelianos están cavando su tumba política.