CDMX, 13 de diciembre del 2017.- Pablo Gómez, dirigente del Partido de la Revolución Democrática por más de 29 años, decidió renunciar a su militancia a ese partido tras acusar que se permitió la imposición de un candidato presidencial (Ricardo Anaya), enemigo de la izquierda.
En una carta, que no fue dirigida a la dirigencia de su partido, sino “a lo único que hay en ese partido, a los que siguen siendo honrados miembros y simpatizantes”.
A ellos los llamó “a sumarse a sus compañeros y compañeras de lucha, a quienes sostienen la misma causa democrática y popular para llevar a cabo el cambio político que México necesita y que es posible”.
Presidente de ese partido, diputado federal, senador, representante ante el INE durante su vida como perredista, Gómez Álvarez aseguró en su misiva que “durante varios años traté de impedir que el PRD se convirtiera en una central de negocios políticos sin objetivos nacionales, democráticos y populares, sin principios morales, sin rumbo cierto. Hemos fracasado en tal empeño, hay que reconocerlo con claridad”.
Hoy, añade, “ya nada está vigente en ese partido. Sus principios, su programa y su Estatuto están abrogados en la práctica. Esa dirección absolutamente espuria ha integrado una coalición electoral conAcción Nacional cuyo propósito es llevar al líder del PAN a la Presidencia de la República.
“Así, se le impone al PRD abrazar a un candidato enemigo de la izquierda y al programa neoliberal de la derecha contra el cual había luchado desde su fundación. Hay una entrega del partido a una corriente política adversaria”, añadió.
Y sentenció que “es imposible hacer algo para evitar la caída del Partido de la Revolución Democrática, la cual le está conduciendo a signar el certificado de su propia desaparición política”.
Pero sostuvo que “el candidato a la Presidencia de la República del amplio espectro de la izquierda popular mexicana es Andrés Manuel López Obrador. El camino que reclama la situación de México es el de la unidad electoral de las fuerzas democráticas y de izquierda para conseguir la interrupción del programa neoliberal que ha llevado al país al desastre, es decir, alcanzar la derrota del PRI y del PAN: instaurar un nuevo poder político de la República. La unidad electoral se tiene que dar alrededor de ese candidato”.
Con información de El Financiero.com