23 de noviembre, 2017 — El Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) condenó hoy a cadena perpetua al ex comandante del Ejército Serbiobosnio Ratko Mladic por genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos contra los musulmanes bosnios.
Las atrocidades fueron perpetradas por las fuerzas serbias entre 1992 y 1995, durante el conflicto armado en Bosnia y Herzegovina.
Los magistrados determinaron que Mladic, de 74 años, fue responsable de persecución, exterminio, asesinato y deportaciones en Srebrenica en 1995, donde murieron unos 8.000 musulmanes bosnios, en su gran mayoría niños y hombres.
Mladic cometió los mismos crímenes, además de atacar a la población civil y tomar como rehén al personal de la ONU en Sarajevo, durante el sitio de 44 meses a la ciudad.
También fue hallado culpable del crimen de genocidio en varios municipios de Bosnia y Herzegovina en 1992.
Al leer la sentencia, el juez Alphons Orie, presidente del Tribunal, señaló que las “circunstancias fueron brutales”.
“Ocurrieron ejecuciones masivas y algunas víctimas sucumbieron después de ser golpeadas. Muchos de los responsables de haber capturado a los musulmanes bosnios no mostraron ningún respeto por la vida o la dignidad humanas”, apuntó el magistrado.
Según el Tribunal, el ex general compartía el objetivo de exterminar de Bosnia a los musulmanes y consintió la matanza de Srebenica.
Asimismo, estableció que las fuerzas serbiobosnias mataron a numerosos musulmanes bosnios y bosnio croatas, mientras que muchos otros fueron desarraigados luego de la toma de poblados por los militares o tras los ataques a las localidades no serbias.
Mladic fue arrestado en mayo de 2011 cerca de Belgrado, después de 16 años de ser un prófugo acusado formalmente por el TPIY.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, calificó la sentencia de Mladic como un “momento de victoria para la justicia” y deseó que ésta traiga un poco de consuelo a los familiares de las víctimas.
En un comunicado, Zeid también confió en que la condena del ex militar sirva como una advertencia de que quienes cometen atrocidades en cualquier lugar del mundo no escaparán de la justicia.
Desde su establecimiento en 1993, el TPIY, con sede en La Haya, ha procesado a 161 personas por violaciones a las leyes humanitarias cometidas entre 1991 y 2001 en la antigua Yugoslavia.