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05 de noviembre del 2017.- Un hombre ha abierto fuego en una iglesia en Sutherland Springs, dejando 26 víctimas mortales, según ha informado el gobernador de Texas, Greg Abbott. Los fallecidos tienen edades comprendidas entre los 5 y los 72 años.
El suceso ha ocurrido en una templo baptista 45 kilómetros al Este de San Antonio, Texas, en una localidad de apenas 400 habitantes. Testigos presenciales han relatado que un hombre entró «a toda velocidad» en la iglesia, enfundado en ropa militar, y abrió fuego justo antes de las 11.30 de la mañana, durante el servicio del domingo, al que asisten una media de 50 personas.
El sospechoso de la masacre ha sido identificado Devin Kelley, un varón blanco de 26 años de edad, que fue abatido después de la masacre tras una breve persecución en el vecino condado de Guadalupe.
Según la policía, utilizó un fusil de asalto semiautomático, dejando además varias decenas de heridos. Las autoridades no han ofrecido información sobre la motivación del asaltante.
La policía ha asegurado que el atacante actuó en solitario, por lo que ya no existe en la zona «una amenaza activa» a la seguridad. Vicente González, representante demócrata por Texas, dijo a la cadena Univisión que la persona autora de los disparos «no es de la comunidad». Sutherland Springs es una «pequeña localidad rural», dijo, de mayoría de población anglosajona, y en donde los latinos representan más del 20%.
«Es gente tranquila y buena, que vive del campo y la ganadería, o trabaja en el sector de petróleo y energía», señaló. Entre las víctimas mortales se encuentra la hija del párroco que oficiaba la misa, de 14 años de edad.
Poco después, el gobernador de Texas, Greg Abbott, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter condenando el ataque.
«Nuestras plegarias están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta», manifestó el gobernador.
Con información de El Español.com
