02 de noviembre, 2017 — Ante el crecimiento de los desplazamientos forzados en el mundo, Filippo Grandi, el Alto Comisionado para los Refugiados, pidió este jueves al Consejo de Seguridad más acción a favor de la paz y la seguridad.
“Con casi 66 millones de desplazados en el mundo, estamos cerca de alcanzar un número récord”, declaró Grandi, refiriéndose a un aumento del 70% desde 2009.
“Será que ya no sabemos cómo negociar la paz?” preguntó a los miembros del Consejo, después de enlistar la crisis de Siria, un “conflicto catastrófico” que ya está en su séptimo año, y la de Burundi, Sudán del Sur, República Centroafricana, Afganistán, Somalia y Myanmar.
“El Consejo de Seguridad tiene como propósito resolver los conflictos y mantener la paz – yo veo el fracaso cada día en las vidas de docenas de millones de personas, desterradas y forzadas a abandonar sus hogares”, insistió.
El Alto Comisionado detalló varias propuestas de acción por parte del Consejo de Seguridad y aseguró que éste principalmente debe apoyar medidas de prevención para actuar sobre las causas profundas de desplazamiento y evitar que las crisis empeoren.
“Los actores humanitarios y las fuerzas de mantenimiento de la paz deben de hacer uso de sus fortalezas para proteger a los civiles, en el respeto de los principios humanitarios de neutralidad e imparcialidad”, agregó.
Asimismo, Grandi pidió “acciones determinadas” para enfrentar el tráfico de personas, y proceder con la identificación y el juicio de los perpetradores de esos “horribles crímenes”.
Además, recordó la necesidad de proteger a los desplazados, sea en los países afectados o en las comunidades de acogida.
Sin embargo, el Alto Comisionado aseguró que el retorno de los desplazados es imposible sin la restauración de la paz y la seguridad y que solo medio-millón de refugiados regresaron a sus hogares el año pasado.
Finalmente, Grandi lamentó que la solidaridad internacional esté debilitándose. “Mientras muchos países dejan sus fronteras abiertas para los refugiados y los albergan generosamente, algunos, frecuentemente ricos y poco impactados por los flujos de desplazados, limitan el acceso al asilo e impiden la entrada”, concluyó.