23 de octubre, 2017 — La crisis de los refugiados rohingyas es una crisis ”masiva”, dijo hoy Mark Lowcock, el coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU, durante la Conferencia de donantes organizada en Ginebra bajo los auspicios de la Unión Europea y de Kuwait.
Desde que empezó la huida de los Rohingyas desde Myanmar hacia Bangladesh el 25 de agosto, 35 Estados miembros de la ONU, el Fondo de la ONU para las emergencias y varias organizaciones han recaudado 335 millones de dólares. El monto, que fue confirmado al terminar la Conferencia de donantes, incluye donaciones y compromisos.
Se estima que hasta la fecha cerca de 600.000 refugiados rohingyas han llegado a Bangladesh. De ellos, un 60 % son menores de edad.
Se necesita una respuesta comprensiva según los estándares internacionales, además de una solución a la crisis, dijo Lowcock.
Por su parte, el representante de UNICEF en Bangladesh, Edouard Beigbeder, afirmó que “la crisis no parece disminuir”. Según la agencia de la ONU para los niños, casi 17.000 padecen malnutrición aguda severa y requieren tratamiento urgente, mientras 120.000 mujeres embarazadas y lactantes necesitan suplementos nutricionales adicionales.
Las necesidades crecen más rápidamente que nuestra capacidad a responder, aseveró Beigbeder. UNICEF solo ha recibido 11% de los 76 millones de dólares que requiere para proporcionar asistencia humanitaria de emergencia a niños y mujeres.
Sobre el terreno, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha distribuido kits de higienes a los refugiados más vulnerables en la zona de Cox’s Bazar en Bangladesh. Los paquetes, que incluyen jabón, cepillos de dientes, productos de higiene femenina, antisépticos y otros artículos para el cuidado personal, fueron financiados por el Fondo Central de las Naciones Unidas para la Acción en Casos de emergencia (CERF).
Permitirán que las familias, en particular mujeres y niños, puedan asearse y mantener condiciones higiénicas mientras viven en los campamentos.
La ONU evalúa a 434 millones de dólares la financiación requerida para proporcionar ayuda de emergencia a los refugiados y a las comunidades de acogida en los próximos meses.