¿Cómo hacer llegar los donativos a damnificados? (Columna «Bajo la Lupa»)

Por supuesto que no es la única interrogación que debemos plantearnos con relación a los miles de toneladas de víveres, ropa, materiales, herramientas y las decenas, tal vez centenas de millones de pesos que se han donado de diversa manera para los damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre, así como de los ciclones que han castigado a miles de mexicanos en nuestro territorio nacional.

Partiendo de ese supuesto, de que son esas cantidades de cosas y dinero, no es pertinente preguntarnos ¿Cómo hacerlos llegar a quienes lo necesitan por ser víctimas de esos fenómenos naturales? La primera respuesta es que se requiere desarrollar una gran logística que implica primero, recaudar los donativos, ya sea en especie o en dinero.

La segunda, es clasificar esos donativos en especie, luego empacarlos adecuadamente y hacer un inventario para saber certeramente qué se donó, en qué cantidad y tenerlos empacados para su transporte y posterior distribución.

Ya hecho lo anterior, tomar una gran decisión, que implica determinar qué, cuanto y a quienes entregar esos donativos, con el objeto primordial de ser equitativos y buscar que esos donativos alcancen al mayor número de víctimas.

Teoricemos un ejemplo para ilustrar esas interrogantes: Sí producto de la concentración de víveres y demás enseres donados, se logra acumular una tonelada de azúcar, una de arroz, una de frijol, 100 cajas de leche, 50 cajas de aceite de cocina, 50 cajas de atún, 50 cajas con ropa diversa y 100 mil pesos.

¿Cómo determinar qué cantidad de cada producto se le debe de dar a cada persona de las víctimas? ¿1, 2, 3 kilos de cada cosa, cuantas prendas de ropa o qué cantidad de dinero? ¿Para cuantos días o solo una vez? ¿De los donativos en dinero, ¿Cuánto se le debe de dar a una persona que perdió su casa? ¿El valor de su casa o sacar un censo y repartir el dinero recaudado entre los que perdieron sus viviendas, de manera proporcional?

PLANEACIÓN ANTICIPADA, LA SOLUCIÓN

En efecto, solo alguna institución gubernamental puede y está capacitada para desarrollar este tipo de logística, porque en lo individual podemos prepararnos para una desgracia de esta naturaleza, pero en lo colectivo, solo las instancias gubernamentales, como el ejército mexicano, la marina, la cruz roja, protección civil, etc.

Lo señalado en líneas anteriores, es la razón por la que los donativos en especie y en dinero deben de llegar a manos de las instancias gubernamentales, porque un grupo de voluntarios puede recolectar donativos y repartirlos, pero… ¿Cómo asegurarse de que llegan a las personas adecuadas y en las cantidades que se necesitan?

Porque sin organización, ese grupo puede entregar esos donativos en especie y/o dinero a determinado grupo de damnificados, pero otro grupo en las mismas condiciones puede entregar en el mismo núcleo de afectados al que ya le habían entregado, privando de la oportunidad que otros grupos poblacionales que no han recibido nada, reciban esos apoyos.

Lo anterior solo pretende contribuir a la reflexión, para entender que la captación y distribución de los donativos en casos de desastre, requieren de una gran logística, que por desgracia como sociedad civil no hemos desarrollado y solo las instancias gubernamentales lo hacen.

MILES DE MILLONES DE PESOS EN DONATIVOS

Con la sinergia social clamando ayuda para los damnificados, se generó un torrente de donativos en dinero, desde los partidos políticos que fueron obligados por la demanda popular a regresar su financiamiento público, hasta decenas de asociaciones civiles, países, personajes de deporte y del espectáculo, que han logrado recaudaciones espectaculares.

Solo de pensarlo me llama la atención, ¿Quién debe determinar qué uso se le debe dar a ese dinero?, ¿Se le debe de regalar ese dinero solo a los que perdieron sus casas? ¿Y los que perdieron a la persona que sostenía la familia? ¿Cuánto hay que darles? Dijo el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO que se tenían estimaciones de que fueron 180 mil viviendas las afectadas por los sismos.

¿Quiere decir que con 180 mil millones de pesos se resolvería el problema? Entregando ¡regalados! Un millón de pesos por vivienda afectada. Y la infraestructura educativa, religiosa, carretera, de servicios públicos municipales que afectaron los sismos, ¿deben de ser considerados como parte de las víctimas? Y sí así fuera, ¿cómo y cuánto hay que darles? O de plano no considerarlos así y que los gobiernos federal, estatal o municipal respectivamente, resuelvan el problema como puedan.

Para poder llegar a tener líquidos y disponibles esos 180 mil millones de pesos, se necesita tiempo para realizar y organizar su concentración, tiempo que desde luego va en contra de quienes tienen la emergencia, de manera que se requiere de un gran esfuerzo organizativo en materia administrativa y financiera, para lograr juntar todos los recursos donados y tenerlos disponibles, así como determinar las reglas para su distribución. ¿Quién la debe hacer? Pueden ser el gobierno, alguna organización civil ya establecida y con calidad moral o ¿Crear una nueva organización ciudadana? Bien. ¿Quiénes o quién los va a nombrar? Se elegirían ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿quién organizaría su elección y quién participaría?

Son muchísimas interrogantes en torno al proceso de recolección de donativos en especie y en dinero, destinados a las víctimas de las desgracias naturales, cuyas respuestas no son fáciles de encontrar, me parece y es un punto de vista muy particular de este escribidor, que aunque por muchísimas razones no confiamos en el gobierno, en este caso deberemos de confiar una vez más en él, para que sea quien realice esas tareas, pues además mucho del dinero que se destinará a las víctimas de esos fenómenos naturales, es dinero público y sujeto a una escrupulosa rendición de cuentas.

PONCHO MARTÍNEZ SE FUE A EUROPA

Sin la evaluación definitiva, sí el sismo del 19 de septiembre dejó o no, víctimas humanas o materiales, el señor presidente municipal “independiente” ALFOSNO MARTÍNEZ ALCÁZAR, decidió irse a viajar por el continente europeo en “Comisión Oficial”.

Haciendo el respectivo coraje, el secretario del ayuntamiento JESÚS ÁVALOS PLATA, respondió molesto cuando los medios de comunicación le preguntaron, dónde andaba el edil moreliano que tenía más de cinco días ausente de las actividades propias de su encargo, que: “Yo no le manejo la agenta al presidente municipal, por eso no sé dónde anda”

Grave sería que siendo el secretario, el que se queda a cargo del ayuntamiento en ausencias menores de 30 días del presidente municipal, conteste que no sabe dónde anda el jefe de la comuna moreliana y me parece que más fue un alarde de prepotencia, que de ignorancia lo dicho por ÁVALOS PLATA. Por eso andamos como andamos.

Lo cierto es que el ayuntamiento de Morelia no ha dado una explicación satisfactoria sobre la ausencia del presidente municipal y ante la ausencia de una explicación oficial, son los corrillos del palacio municipal los que han informado a “la comunidad” que PONCHO MARTÍNEZ se fue a Europa, pero que para tranquilidad de los morelianos estará en los festejos del 30 de septiembre.