Artículo de Fondo «Repercusiones», Por Samuel Maldonado B. (28-VIII-17).- El primero de Julio del año próximo, si antes no ocurre una guerra nuclear promovida por efecto de la locura o inestabilidad psicológica del vecino presidente norteño, se realizarán en México las elecciones para determinar al titular del Poder Ejecutivo Federal. Para competir por esa posición dentro del Revolucionario Institucional, mismo que desde varios sexenios atrás, nada tiene que ver con sus orígenes, pues actualmente esas dos palabras que inician con R y con I, en tiempos pretéritos y en forma por demás práctica, las identificábamos como la dinámica del progreso y de la honradez institucional, como elementos fundamentales a efecto de impulsar el bienestar, el desarrollo y el progreso de los mexicanos.
Ciertamente que en esa vieja etapa, había si no admiración, si respeto hacía la figura presidencial y aun cuando algunos sectores se burlaban del gobierno, la mayoría admiraba la imagen del Presidente de la República. Durante muchos años y por no doblegarse, nuestras autoridades se hicieron respetar por el poderoso vecino. Esos presidentes nunca agacharon la cabeza ante el imperialismo y tampoco se escondían en los urinarios para ocultarse de los estudiantes. ¡Representaban dignamente a nuestro país¡.
Los aires cambiaron y comenzó a deteriorarse la imagen presidencial, pues llegaron a los Pinos, no al Palacio Nacional, que ahora se usa para ver solamente los desfiles militares. Por el abandono de la imagen, pronto los ratones la habitaron, los vaqueros con sus espuelas mancillaron nuestros principios y los incultos con su verborrea, como pericos, trastocaron los principios…, y ahora, esa Política Internacional que tanta fama le dio a nuestro país, sobre todo en la América Latina, la tiraron a la basura. Con su plan Mérida agachadamente dejaron que la frontera de Norte la trasladaron hasta la península yucateca, todo para complacer y atender los lineamientos del poderoso vecino.
Ahora, de la mano de la OEA, las autoridades nacionales caminan junto a las gachupinas, bajo el comando de los Espantados Unidos. Al lado de estos se ubican t Colombia, desde luego Argentina y Brasil, entrometiéndose en asuntos que no corresponden a esos importantes principios diplomáticos de no intervención que tanta fama internacionalmente le bridaron a nuestro país.
Ya una vez el locuaz e inculto vaquero guanajuatense, el mismo actor principal de esa comedia denominada “comes y te vas”, llega a Venezuela y ” ristre en mano”, se entromete en asuntos que son exclusivamente de los venezolanos. Desafortunadamente los costos de su ridículo viaje son sufragados por esa colosal suma que a los expresidentes nacionales, hayan sido buenos o peores” gozan agracias a decretos expedidos por el Honorable Congreso de la Unión que ha cambiado también radicalmente.
En este ambiente “democrático” y de tranquilidad social“ que reina en el país, dentro del grupo que desgobierna actualmente, ya se suman varios los que quieren sacrificarse por México.
Están dispuestos a competir y cuando la prensa les pregunta de su inocultable interés de lanzarse, con escudo morisco o adarda antigua, de cuero y con la lanza en ristre, se hacen los disimulados o lo niegan, “porque todavía no son los tiempos”. Desde luego que son más los que se hacen disimulados esperando el dedazo en sus respectivos partidos, para sacrificarse en tan duras tareas de gobernanza. ¡A río revuelto, ganancia de pescadores¡ y piensan en ese coloquial dicho los que nadan de muertito, quieren pero no quieren, y disimuladamente se irán separando de la vaca a la que han ordeñando durante cinco años para trasladarse a la granja del que saldrá el afortunado. Muchos de ellos, recalcitrantes priístas, panistas de corazón, perredistas que con su salida a otros partido, i acaban con ese Sol antes radiante que ahora es pura sombra.
¡En fin, así son las cosas en este México nuestro¡