25 de agosto, 2017 — La ONU condenó enérgicamente la serie de ataques perpetrados contra la policía del estado de Rakhine, en Myanmar, que dejaron más de 70 muertos en la madrugada de este viernes.
En un comunicado, la coordinadora residente de la ONU en ese país, Renata Lok-Dessallien, instó a las partes a que se abstengan de la violencia, protejan a los civiles, restablezcan el orden público y resuelvan los problemas mediante el diálogo y los medios pacíficos.
Según despachos de prensa, más de 20 puestos de policía fueron atacados con bombas caseras, en atentados simultáneos y coordinados por presuntos militantes musulmanes.
El incidente ocurre a un día de que la Comisión Asesora sobre el estado de Rakhine, liderada por el ex Secretario General Kofi Annan, publicara su informe final, en el que resaltó que si no se realizaba una reforma social y política con prontitud, más personas serían radicalizadas y la tensión entre budistas y musulmanes seguiría escalando.
Más de un millón de musulmanes Rohingya viven en el estado de Rakhine sin ser reconocidos por las autoridades. Los enfrentamientos con la población budista llevan varios años y han dejado cientos de fallecidos y miles de desplazados.
“Estamos profundamente preocupados por la situación de seguridad en el estado de Rakhine. Continuamos observando los hechos y manteniéndonos en contacto con las autoridades «concluyó Lok-Dessallien.