20 de agosto, 2017 — Las agencias de la ONU se han movilizado para llevar asistencia a la población afectada por las inundaciones y los deslaves en Sierra Leona, donde estos siniestros causados por las lluvias torrenciales dejaron más de 300 personas muertas y cientos de desaparecidos en la periferia de Freetown, la capital del país.
UNICEF distribuye agua limpia para evitar que los niños contraigan enfermedades infecciosas y ha empezado a construir letrinas en los albergues temporales donde se alojan la población desplazada por el desastre.
El Fondo para la Infancia también reparte tiendas de campañas y provee suministros médicos en esos centros, además de brindar asistencia psicosocial a las personas traumatizadas por la catástrofe.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los sobrevivientes son altamente vulnerables a contraer cólera y otras enfermedades infecciosas, por lo que trabaja con el gobierno sierraleonés en el plan de respuesta sanitario a la contingencia.
La OMS recordó que el país ha sufrido graves brotes de cólera en el pasado y señaló que los anegamientos y los daños causados por las tormentas a las instalaciones de saneamiento incrementan el riesgo de que la enfermedad se propague.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) participa en los equipos de evaluación de daños y ha reportado hasta el momento la destrucción de 1.100 viviendas en las que habitan más de 4.000 personas.
Asimismo, ha advertido que la cifra de personas fallecidas seguirá aumentando en las próximas semanas, cuando los equipos de emergencia y rescate continúen su labor en los escombros y el lodo.