Aunque el tipo de cambio cerró en negativo para la divisa mexicana en el último día de junio, en el acumulado semestral el peso se apreció 2.50 pesos, su mejor marca en lo que va de la era Trump en la Casa Blanca.
El tipo de cambio había cerrado en 20.64 pesos por dólar el viernes 30 de diciembre del 2016 y se situó en los 18.14 pesos por unidad el viernes 30 de junio del 2017, lo que se traduce en una recuperación del 12.10% para la moneda azteca en su comparación con el dólar estadounidense.
Del jueves 29 al viernes 30 de junio, el tipo de cambio se inclinó en 0.35% a favor del dólar, en la categoría interbancaria.
La recuperación del peso registrada en el primer semestre del 2017 supone una de sus mejores marcas en lo que va de la década: es su mejor nivel en 15 meses, aún con el fantasma Trump asolando los mercados en contra del peso.
En un rápido comparativo de desempeño entre las principales divisas internacionales, el peso se apreció más que lo logrado por el euro en el primer semestre, alrededor de 8.0%, y más que el 4.2% que se revaluó el yen ante el dólar en el mismo lapso.
La moneda mexicana pudo resistir a los amagos de Donald Trump de sacar a Estados Unidos del TLCAN, si Canadá y México no se sujetaban a una negociación más favorable a los norteamericanos, al tiempo que el nuevo presidente lanzaba otros anuncios sobre el muro fronterizo, implantación de aranceles a las mercancías provenientes de México y la deportación masiva de migrantes mexicanos.
El peso tocó su peor nivel del 2017, cuando en enero el tipo de cambio rozó los 21.93 pesos por unidad.
El 2017 empieza un nuevo semestre; julio arrancará los mercados con un tipo de cambio en los 18.14 pesos por dólar.
Será el semestre en que el peso enfrentará los resultados de las negociaciones del TLC, en agosto, y una serie de vaivenes en los precios del petróleo y, sobre todo, las repercusiones del proceso para la sucesión presidencial que comenzarán a notarse al final del año.
Con información de El Economista.com