26 de mayo, 2017 — La Vicesecretaria General de la ONU, Amina Mohammed, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, inauguraron la noche del miércoles en Cancún la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, en una ceremonia a la que asistieron más de 6.000 personas.
Al saludar a los delegados de 189 países que se reunieron por primera vez desde la adopción del Marco de Acción de Sendai en 2015, Peña Nieto aseguró que los desastres no tienen fronteras.
El Marco de Sendai es un acuerdo que establece que los Estados tienen la responsabilidad de reducir los riesgos de desastres junto con el sector privado y los gobiernos locales. Busca la disminución sustantiva de la mortalidad para el año 2030 y del número de damnificados y pérdidas económicas por catástrofes.
En su discurso inaugural, Amina Mohammed, calificó este acuerdo como un logro notable y resaltó que la cantidad de muertes se ha reducido gracias a instituciones más fuertes, mejores marcos legislativos y políticas públicas; mejor preparación y sistemas de alerta temprana, así como un entendimiento más profundo del riesgo de desastres.
Sin embargo, señaló que las pérdidas económicas continúan aumentando y advirtió que, de seguir esta tendencia, afectarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Anualmente los desastres nos cuestan 520.000 millones de dólares y colocan a 26 millones de personas en la pobreza. El reto está en pensar cómo podemos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible si un desastre puede arrasar con el PIB de un país de un día para otro, como sucedió en Haití en 2010”, dijo.
Por su parte, Robert Glasser, el representante especial del Secretario General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres, dijo que esperaba que la naturaleza multisectorial de esta reunión, la oportunidad de compartir y aprender unos de otros, sea un gran impulso para hacer de éste un mundo más seguro y resiliente.
La Plataforma Global continúa este jueves con distintos eventos y reuniones y culminará mañana, cuando se espera un comunicado estableciendo los renovados compromisos de los Estados y el sector privado en la reducción del riesgo de desastres.