Morelia, Mich., 20 de mayo de 2017.- En relación a la declaración conjunta, que el día de hoy hicieron los dirigentes del PRD y el PAN, es oportuno manifestar que la militancia del PRD, a diferencia de algunos dirigentes nacionales tenemos clara la ruta, iremos con Andrés Manuel con alianza o sin alianza, porque sigue representando fielmente nuestro proyecto alternativo de nación. Si no escuchan y atienden el llamado de los miles de militantes del PRD que todos los días a lo largo del territorio nacional se pronuncian por un acuerdo de unidad con López Obrador, se quedarán sólo con la representación legal de un partido vacío y obsoleto, no representarán más a la militancia y abiertamente quedarán al servicio del mejor postor, llámese PRI o PAN que al fin y al cabo representan lo mismo. No se confundan, no es lo mismo ser burócrata qué líder, nadie los seguirá al basurero de la historia.
En Michoacán como en Guerrero, donde existe una activa militancia, los órganos de dirección del PRD, por unanimidad, se pronunciaron por la unidad de las izquierdas, tenemos clara la ruta y todos los días trabajamos en ella.
Construir un acuerdo político para transformar a la nación nada tiene que ver con las formas de negociación de las corrientes internas del PRD, que acabaron por agotarlo, no son las leyes del libre mercado las que deben regir un acuerdo de tal envergadura. «Nuestro partido exige a su dirigencia, representantes populares, servidores públicos y militantes en general, el acogimiento de los principios éticos de congruencia, justicia social, solidaridad, libertad, honestidad, austeridad, tolerancia, fraternidad, cooperación, responsabilidad, dignidad e igualdad», como ejes rectores de un acuerdo de unidad con Andrés Manuel López Obrador y los partidos de izquierda.
Es un hecho ampliamente probado que las alianzas con el PAN y el PRI han debilitado al PRD y propiciado la salida de miles de militantes, entre otros, sus dos ex candidatos presidenciales y líderes nacionales, insistir en ello, además de incongruente, es un suicidio político.