Columna Política «elquenocae…», Por Leopoldo G. Arenas (15-V-17).- El fin de semana que terminó, trajo buenas noticias en materia de comercio, noticias que terminarán impactando de manera importante a la economía de por lo menos sesenta naciones.
Mientras que el Presidente Trump trata de cerrar a los Estados Unidos bajo su programa Primero América, China lanza al mundo una iniciativa denominada La Ruta de la Seda, con la cual busca impulsar el Comercio y la Liberación en una importante zona del mundo.
Mientras los gringos presionan a sus principales socios comerciales y tratan de destrozar el TLC, los orientales unen a las principales economías BRIC y cimentan lo que serán las bases de un acuerdo comercial.
Paradójico, mientras día a día México es atacado verbalmente por su principal socio, sufriendo altibajos en la cotización diaria de su moneda, ante la incertidumbre provocada por la verborrea e incontinencia bocal del vecino del norte; en las reuniones que se están efectuando en Rusia, no existe un representante de alto nivel de nuestro país que esté negociando la incorporación Mexicana a tan importante proyecto.
Hoy como país hemos olvidado la ruta de Oriente y a la famosa NAO de China o Galeón de Manila, la memoria popular no recuerda aquellas naves españolas que en tiempos de la Colonia, eran las encargadas de mantener la ruta comercial entre nuestro continente y Asia, conectando al Puerto de Acapulco con las Filipinas, como principal ruta de intercambio comercial a las tierras en donde se oculta el sol, la ubicación geográfica de nuestro país, permite aprovechar la corriente de Kuro-Siwo del Océano Pacifico, la cual contra el sentido rotatorio del planeta, permitía el viaje de retorno del sur de China a nuestro país.
México desde tiempos de la Colonia, abrió sus puertas al mundo, principalmente a China, prueba de ello es la importante colonia de inmigrantes que llegaron de esas lejanas tierras y que se establecieron a lo largo y ancho del país, sobre todo en la Capital, en Guerrero y el sur de Veracruz.
Hoy casados como estamos con los gringos, nos olvidamos de nuestro pasado comercial, de las rutas marítimas que iniciaban en los puertos del Pacifico Mexicano y perdemos oportunidades de desarrollo alternas al TLC.
Esa ruta comercial que quedó en el olvido a partir de 1815 cuando zarpó el último gran barco desde Acapulco debemos retomarla, si los vecinos del norte mataron el Acuerdo Transpacífico, hoy los Chinos tienden la mano.
Ofrecen libre comercio, programas de apoyo e intercambio de tecnología, aún más importante, se comprometen a respetar las ideologías de las naciones socias y sus regímenes de gobierno.
Los momentos históricos no se repiten, las oportunidades que se presentan, son pocas en cada generación, hoy la Republica China tiende la mano al mundo y gran parte de este, está respondiendo.
Mientras eso ocurre en Moscú, nosotros como el anuncio de una empresa ensambladora de automóviles, mirando de lejos y preguntando Y LA CHEYENNE APA.
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