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08 de mayo del 2017.- Incógnita resuelta en Francia. el país galo los próximos cinco años tras lograr este domingo una rotunda e incontestable victoria sobre la candidata ultraderechista Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
El político socioliberal, que a sus 39 años se convertirá en el jefe de Estado más joven de la V República, consiguió el apoyo de dos de cada tres franceses, más de lo previsto en los sondeos, para batir a la adversaria que defiende un proyecto en las antípodas del suyo.
Macron ha logrado forjar su victoria con la suma de los votos de adhesión a su candidatura y los de quienes simplemente quisieron frenar el paso a la ultraderecha. Pese a que el «frente republicano» —el dique que forman la izquierda y la derecha contra el Frente Nacional— ha perdido vigor, la realidad ha vuelto a mostrarle a Le Pen los límites de su proyecto, a pesar de conseguir más votos que nunca, 11 millones.
La diferencia de más de 30 puntos entre el socioliberal y la ultraderechista solo tiene parangón con los 65 puntos de distancia que le sacó en 2002 Jacques Chirac al padre de Le Pen, Jean-Marie. Aquellos eran otros tiempos y el Frente Nacional, todavía un partido «maldito». Pese a todo, el lustre de la victoria de Macron no fue completo.
Abstención, voto blanco y nulo
Abstención, voto blanco y nulo La participación, de alrededor del 75%, ha sido la más baja para una segunda ronda de las presidenciales desde hace medio siglo. Además, desde 1969 nunca había votado menos gente en la final que en la primera ronda.
El rechazo que suscitaban ambos candidatos —y que azuzaron voces como la del líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon— ha propiciado que el voto blanco y nulo se disparase hasta el 12% del total, rompiendo todos los récords.
Consciente de la división que aflige a su país, Macron ha dirigido un primer discurso a los franceses conciliador y lleno de llamamientos a la unidad, en el que no renunció a algunas de las señas de identidad bajo las que se ha presentado. «Pelearé con todas mis fuerzas contra la división que nos debilita y abate. Queramos a Francia, a partir de esta noche y durante los próximos cinco años. La serviré en vuestro nombre, con humildad y entrega», ha señalado.
