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Por ambulantes en riesgo el título de la UNESCO (Columna «Bajo la Lupa»)

Columna «Bajo la Lupa», Por Armando Saavedra (08-V-17)

POR AMBULANTES EN RIESGO EL TITULO DE LA UNESCO

Hace un par de días, pero no es la primera vez, que las autoridades municipales utilizan la amenaza de que el “titulo” de Ciudad Patrimonio de la Humanidad que la UNESCO de Naciones Unidas, otorgó el 12 de diciembre de 1991 a Morelia se perdería. El Centro Histórico de nuestra ciudad, es considerada una de las ciudades con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos (posee 1,113 y de ellos 260 fueron señalados como relevantes).
Estos inmuebles se asientan sobre una suave loma de cantera que abarca 390 hectáreas distribuidas en 219 manzanas con 15 plazas que se convierten en remansos para el visitante.

LOS AMBULANTES

En entrevista a medios de comunicación, el secretario del Ayuntamiento JESÚS ÁVALOS PLATA destacó que la imagen de la capital michoacana es muy importante, principalmente en la zona del centro de la ciudad, debido a que la UNESCO pide que para conservar el título no deben estar tapados los monumentos, esto incluye las “interferencias visuales por puestos de ambulantes”.
En función de lo anterior, ÁVALOS PLATA dijo que el gobierno que preside PONCHO MARTÍNEZ está diseñando un protocolo para desalojar a los comerciantes ambulantes que circulan por el centro histórico de la ciudad, que se basará fundamentalmente en el respeto a los derechos humanos de dichos comerciantes, pero también aclaró, se busca que dicho protocolo también incluya el respeto a los derechos humanos de los inspectores municipales tantos los del centro histórico como los de mercados en vía pública, quienes han sido vejados y golpeados al ejecutar operativos de desalojo de vendedores ambulantes.
Según el Secretario del Ayuntamiento el desalojar a los comerciantes ambulantes es una necesidad de la autoridad para contribuir a conservar el título de nuestra capital como patrimonio mundial de la humanidad, empero, este escribidor se dio a la tarea de averiguar si los argumentos de la autoridad municipal en ese sentido eran válidos, de ahí que investigamos y encontramos las “Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial”
Estas directrices establecen con puntualidad como se logra obtener el título de patrimonio mundial de la humanidad para una ciudad y curiosamente aunque usted no lo crea, establece diez requisitos o cualidades que hay que cumplir. También señala lo que sucede o puede suceder para ser considerada como Patrimonio Mundial en Peligro, de manera que consultamos las directrices para la inscripción de bienes en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y lo que dispone en el párrafo 4o del Artículo 11 de la Convención del Patrimonio Mundial.
Para el efecto anterior, el Comité puede inscribir un bien en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, cuando se cumplan las siguientes condiciones: a) el bien en cuestión figura ya en la Lista del Patrimonio Mundial; b) el bien está amenazado por peligros graves y concretos; c) se necesitan obras importantes para salvaguardar ese bien; d) se ha presentado una solicitud de asistencia para ese bien con arreglo a lo estipulado en la Convención; el Comité estima que esa asistencia puede revestir en algunos casos la forma de un mensaje que exprese sus preocupaciones.
La inscripción del bien en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro podrá constituir por sí sola ese mensaje, y cualquier miembro del Comité o la Secretaría podrá solicitar esa forma de asistencia. Criterios para la inscripción de un bien en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. El Comité podrá incluir en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro un bien del Patrimonio Mundial que corresponda a las definiciones de los Artículos 1 y 2 de la Convención, si estima que la situación de ese bien corresponde por lo menos a uno de los criterios mencionados en los dos casos que se exponen a continuación:
En el caso de los bienes culturales: a) PELIGRO COMPROBADO – El bien corre un peligro comprobado, concreto e inminente, por ejemplo: i) alteración grave de los materiales; ii) alteración grave de las estructuras y/o la ornamentación; iii) alteración grave de la coherencia 53 Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial arquitectónica o urbanística; iv) alteración grave del espacio urbano o rural, o del medio ambiente natural; v) pérdida significativa de la autenticidad histórica; vi) grave adulteración del significado cultural.
b) PELIGRO POTENCIAL – Sobre el bien pesan graves peligros que podrían tener repercusiones perjudiciales en sus características esenciales, por ejemplo: i) modificación de la condición jurídica del bien, que pueda disminuir el grado de protección; ii) carencia de una política de conservación;
iii) Peligros derivados de proyectos de ordenación territorial; iv) peligros causados por planes urbanísticos; v) estallido o amenaza de conflicto armado; vi) cambios paulatinos debidos a factores geológicos o climáticos, o a otros factores ambientales.

MIENTE LA AUTORIDAD MUNICIPAL

Lo anotado en líneas anteriores, bien puede ser hasta de lectura tediosa para algunos de nuestros amables lectores, empero, este escribidor considera muy necesario que cuando se acusa a una autoridad de mentirosa, se tenga la responsabilidad de fundar y motivar dicha acusación, lo que justifica en algunos casos, hasta la transcripción literal de determinadas normas.
Del análisis integral hasta con rigor jurídico, de las “Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial”, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que tales directrices y demás normas relativas al título de patrimonio de la humanidad que ostenta nuestra ciudad, nada tiene que ver con las actividades comerciales que desarrollan personas en la vía pública y que la autoridad denomina “comerciantes ambulantes”.
En opinión de este escribidor, la autoridad municipal utiliza de manera perversa el título de patrimonio mundial de la humanidad, para justificar el mediocre trabajo que ha desarrollado en torno al comercio ambulante, a los pedigüeños y a los artistas ambulantes quienes son los que ocasionan alguna molestia –según la autoridad- al turismo que nos visita y no ha encontrado forma de desalojarlos por lo que ahora utiliza, como ya lo dijimos, el multicitado título de la ciudad.

LA PEATONALIZACIÓN SÍ

El andar husmeando en el conjunto de normas jurídicas que rigen a las ciudades patrimonio mundial de la humanidad, desde su ungimiento, su conservación y la potencial pérdida de dicho título, nos percatamos que las obras de peatonalización que sobre algunas calles del centro histórico está realizando la autoridad municipal, estás si inciden de manera directa en la conservación o no del polémico título, pues su ejecución sí pone de manera potencial en riesgo la conservación del título, que le permite a la ciudad tener acceso como máximo de hasta 67 mil euros al año, como contribución del Comité de la UNESCO para la conservación de este tipo de ciudades patrimonio mundial de la humanidad.
El gobierno que encabeza PONCHO MARTÍNEZ, se regodea de presumir –aunque no sea cierto- que preside un ayuntamiento “transparente” y en aras de esa transparencia, sería muy pertinente que esa autoridad municipal, hiciera pública la opinión aprobatoria del Consejo de las ciudades Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO, pues las obras de peatonalización son obras de gran calado que si transforman arquitectónicamente a la ciudad, le cambian su imagen y su esencia histórica, por lo tanto potencialmente ponen en peligro el título, ya que nuestra ciudad desde que se fundó como Valle de Guayangareo, Valladolid o Morelia, nunca ha tenido calles cuyo piso sea un revestimiento con duelas de cantera, siempre lo fue con tierra, piedra “bola de río”, también conocido como empedrado y pavimentadas con asfalto y/o concreto, pero nunca con duela de cantera.
Hasta el “adoquín” que en tiempos del DR. ROBERTO ROBLES GARNICA se le puso a algunas calles, es considerado como un “parche”, que por cierto ya casi están en deterioro total. Las obras que modifican el entorno original arquitectónico SÍ PONEN EN RIESGO EL TITULO DE CIUDAD PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD como las de la “peatonalización”, no los ambulantes.

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