19 de abril, 2017 — El más reciente atentado en Alepo en el que un coche bomba fue detonado cerca de una caravana de autobuses que transportaban a civiles fuera de ciudades asediadas en Siria podría constituir un crimen de guerra, advirtió este martes la ONU.
El ataque a una caravana de autobuses en Siria que mató a casi un centenar de personas que estaban siendo evacuadas de dos ciudades sitiadas, podría constituir un crimen de guerra, afirmó este martes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
En un comunicado, en el que condenó el atentado, Zeid Ra’ad Al Hussein, señaló que hasta el momento no han podido confirmar cómo ocurrió el ataque ni quiénes son los responsables.
Pero, en imágenes recopiladas por su Oficina se ve a niños reunidos alrededor de una persona que les repartía dulces antes de las explosiones.
El portavoz de Zeid, Rupert Colville, indicó que entre los 96 cuerpos llevados a hospitales en la ciudad de Alepo se encontraban 67 niños. También se presume que al menos 120 civiles habrían sido remitidos al hospital de la universidad de Alepo.
Las víctimas estaban siendo evacuadas de Fuha y Kefraya como parte del plan negociado por Qatar e Irán.
«Estas personas estaban viviendo hace más de dos años bajo bombardeos incesantes, casi sin comida ni suministros médicos, bajo el constante temor de ser atacados por grupos armados», describió Colville.
El portavoz reiteró el llamado del Alto Comisionado a la rendición de cuentas y a la necesidad de referir la situación en Siria a la Corte Penal Internacional.